En 2023 las cotizaciones sociales de los trabajadores subirán 0,6 puntos, una medida acordada el lunes por el Gobierno y los sindicatos (la patronal se ha desmarcado) y que se extenderá durante diez años con el objetivo de engordar la hucha de las pensiones para afrontar las futuras tensiones de gasto del sistema con la llegada de las jubilaciones de los baby boomers, la generación de los nacidos entre 1958 y 1977 y que es, además, la más numerosa de la historia. El alza de las cotizaciones se notará ligeramente en la nómina de los trabajadores y también en la cuenta de las empresas, que en Castellón deberán pagar un extra de 1,6 millones de euros más al mes y 22 millones más al año.
De los 0,6 puntos en los que subirán las cuotas, las empresas asumirán 0,5 puntos y los trabajadores, 0,1. Y para estimar el impacto del incremento en el salario bruto de los trabajadores de Castellón y en la cuenta de las empresas basta un sencillo cálculo. Los 246.892 trabajadores de la provincia afiliados a la Seguridad Social (datos al cierre del pasado mes de octubre) perciben una media de 1.377 euros brutos al mes, con lo que el alza de 0,1 puntos supondrá detraer de su sueldo una media de 1,46 euros al mes o 20,44 euros al año (teniendo en cuenta 14 pagas). En su conjunto, los casi 247.000 profesionales de Castellón dejarán de ingresar casi 350.000 euros cada mes.
Para las empresas el golpe será más grande. Las compañías tendrá que asumir un coste extra mensual por trabajador de 6,8 euros, lo que para el conjunto del tejido empresarial provincial supondrá un gasto de 1,6 millones de al mes y 22,4 millones al año.
El cálculo se realiza en base a los datos sobre el salario medio bruto mensual en Castellón que publica anualmente el Ministerio de Hacienda, por lo que las cantidades finales variarán en función de cuál sea el sueldo real que cobre cada trabajador.
Castellón aportará 29 millones a la hucha de las pensiones
Con este incremento de los ingresos vía cotizaciones sociales, el Ministerio de Seguridad Social busca alimentar la hucha de las pensiones y amortiguar el progresivo aumento del gasto público en la nómina de pensiones cuando paulatinamente se vaya jubilando la generación del baby boom. El objetivo es recaudar unos 2.600 millones de euros anuales (Castellón aportaría unos 29 millones) , que, sumado a los ingresos financieros que pudiera generar la gestión de dicho fondo, podría dejar una cifra final de unos 50.000 millones de euros para el 2032; según los cálculos de la Seguridad Social.
La finalidad de la medida es llenar una hucha que cada vez está más vacía, dado que el gasto en pensiones supera con mucho a los ingresos del Estado vía cotizaciones sociales. Y en Castellón ocurre exactamente lo mismo, dado que la Seguridad Social cerró el año pasado con un déficit de 515 millones de euros. En 2020, la Administración recaudó 1.059 millones de euros en concepto de cotizaciones de los trabajadores y gastó 1.574 en abonar la paga a los 134.000 pensionistas de la provincia. Este 2021, hasta diciembre, el agujero es de 360 millones.
