Hace justo 20 años la costa de Castellón se vio azotada por un temporal provocado por una masa de aire seco y frío de origen siberiano. Los efectos de este fueron históricos, ya que hizo bajar la cota de nieve literalmente al nivel del mar.
Algunos municipios como Burriana, Benicarló o Peñíscola veían cómo se cubrían de blanco sus playas, dejando imágenes para el recuerdo.
Castellón se congeló
Eran aproximadamente las 15.30 horas de aquel sábado 15 de diciembre del 2001 cuando los primeros copos caían sobre Vila-real, Nules, Castelló y también en Borriol, donde lo hizo con más intensidad.
En La Pobla Tornesa el manto llegó a tener un espesor de 10 centímetros, los castellonenses no se lo pensaron dos veces y decidieron acercarse a tocar la nieve. Els Ports, que sí están mucho más acostumados a estas situaciones, registraron un frío muy intenso, con temperaturas mínimas que llegaron en Morella a los 9,5 grados bajo cero.
En la playa de Torreblanca también se registraron imágenes prácticamente inéditas, como estas que ha publicado en su cuenta de Twitter la televisión pública Àpunt.
Sin embargo, la propia AEMET afirma que la nevada más adversa llegaría una semana después, la víspera de Navidad del año 2001. La cota de nieve estuvo más alta que el día 15, pero se produjo una importante nevada en el interior que dejó cortada durante horas la A3 que conecta la Comunitat Valenciana con Madrid.
Otra gélida efeméride
El 4 de febrero de 1954, es decir, hace casi 68 años, se vivió la última gran nevada en la ciudad de Castelló. Los sitios más emblemáticos de la capital de la Plana se cubrieron de blanco, desde el Parque Ribalta hasta el mismísimo Port de Castelló. Las imágenes de aquella jornada de febrero son mágicas.
Parque Ribalta
Port de Castelló
