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Reacción ante la guerra abierta en el PP nacional

La dirección del PP de Castellón apoya a Casado y los alcaldes evitan pronunciarse

Solo los más afines a Génova, como Barrachina o Pradas, salen en su defensa. Los primeros ediles de la provincia optan por mantenerse al margen de la crisis

La dirección del PP de Castellón apoya a Casado y los alcaldes evitan pronunciarse

Las reacciones ante la guerra abierta en el Partido Popular entre Pablo Casado e Isabel Díaz Ayuso no han tardado en producirse en Castellón. Solo los más afines a Génova, como la presidenta provincial, Marta Barrachina, o la senadora Salomé Pradas, han salido en defensa de la dirección nacional una vez que ha estallado la crisis. En cambio, entre los alcaldes, reina la cautela, evitando decantarse por un bando o incluso pronunciarse.

Los apoyos con los que cuenta Casado en Castellón coinciden con la apuesta que en su día realizó para renovar el liderazgo de la formación en la provincia. Justo la máxima dirigente del PPCS, Barrachina, dejó claro en su perfil de la red social Twitter que «las siglas y el partido están por encima de los personalismos», a lo que añadió que «con Pablo Casado al frente tenemos el mejor proyecto de futuro para los españoles y las mejores ideas para avanzar esta sociedad». 

Sin embargo, en declaraciones a este diario Marta Barrachina solo incidió ayer en la idea de que «el PP de Castellón está centrado en Castellón» y «nada ni nadie nos va a apartar de esta línea de trabajo, pues mi responsabilidad y compromiso es con los afiliados de la provincia y el conjunto de los castellonenses, y a ello voy a seguir dedicando mis esfuerzos». 

Primarias con tensión

Destacar que en la renovación orgánica del partido en Castellón, Génova acabó apostando por Marta Barrachina, frente a la otra candidata y alcaldesa de Onda, Carmina Ballester, quien al final optó por no concurrir a primarias y que ayer declinó comentar la crisis nacional. Precisamente a Ballester la cúpula regional le activó una gestora en su municipio tras una polémica con dos de sus concejales, uno de ellos, Salvador Aguilella, secretario provincial del PP. Justo esta disparidad entre el criterio de Madrid y de corrientes alternativas en la provincia ha protagonizado varios conflictos más, como es el caso de Nules, así como en Almenara, donde medio centenar de militantes ha solicitado la baja al amparar la dirección provincial una candidatura alternativa en la localidad a la de Alicia Bañuls.

En Madrid

También la senadora Salomé Pradas, otra afín al presidente regional, Carlos Mazón, y a Casado salió en defensa de este: «Me remito a las declaraciones de mi presidente, Pablo Casado. Seguimos trabajando atentos a Castellón y solo cabe esperar que se resuelva cuanto antes», valoró. 

El que fue la principal cara visible de Casado en Castellón durante las primarias, el diputado en el Congreso Óscar Clavell, remarcó que «mi presidente nacional sigue siendo Casado», a la vez que aportó que «hay muchas ganas de que se solucione todo».

El senador Alberto Fabra tomó distancia al afirmar que «hay que ser prudentes y dejar que el partido resuelva pronto esta situación». «No he sacado más conclusiones», añadió, a diferencia del posicionamiento en un bando que sí realizaron Pradas y Clavell. En cuanto al hemiciclo valenciano, el diputado autonómico Miguel Barrachina tampoco entró a valorar la cuestión interna.

Los primeros ediles

El silencio o la prudencia, evitando posicionarse o incluso hacer declaraciones, fue la tónica que siguieron también ayer a la hora de responder a preguntas de este periódico los principales alcaldes del PP en la provincia, así como algunos de los portavoces. 

De norte a sur, el munícipe de Peñíscola, Andrés Martínez, respondió sobre la crisis que «estas cosas no le gustan a la militancia, por lo que se tienen que solucionar cuanto antes y seguir trabajando». La de Benicàssim, Susana Marqués, a requerimientos de este periódico optó por el silencio.

El primer edil de Moncofa, Wences Alós, fue conciso al señalar que no entraría en valoraciones sobre la cuestión interna y que él solo era del Partido Popular, evitando decantarse por uno de los dos bandos de esta guerra. Y la alcaldesa de Segorbe, Carmen Climent, mostró su «respeto al partido», más allá de señalar que «son cuestiones casi personales y la sensación no es buena». 

Con todo, se plasma que la crisis del PP en Madrid no resulta tan ajena al partido en Castellón.

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