El Gobierno central ha incluido a las esmalteras entre las beneficiarias de las ayudas directas a la industria gasintensiva enmarcada en el plan estatal destinado a paliar los efectos de la guerra en Ucrania y, en especial, el alza del coste de la energía, si bien su cuantía sigue intacta.
El Consejo de Ministros ha autorizado al Ministerio de Industria a ampliar las actividades que pueden acogerse a la subvención. Entre las nuevas se encuentran firmas vinculadas al clúster cerámico como las dedicadas a la producción de fritas y esmaltes. Una decisión que llega tras las quejas del sector, según fuentes del Ministerio, que trasladaron a la máxima responsable su demanda en la última feria Coverings.
No obstante, todas ellas recibirán un máximo de 2.600 euros por trabajador, frente a los 5.000 euros por empleado que recogen las dedicadas a la fabricación de productos cerámicos refractarios y de construcción.
400.000 euros
Ahora bien, el máximo de la ayuda en cualquier caso se mantiene en 400.000 euros. Una cuantía que el sector ha calificado en numerosas ocasiones de «insuficiente» al compararla con el acuciado incremento del precio del gas y que seguirá sin cambios, desoyendo su reivindicación.
Según fuentes del ejecutivo central, la medida supondrá que la línea de subvenciones a empresas gasintensivas se incremente a 250 millones, duplicando así los 125 consignados en un principio. Pese al refuerzo, no está previsto que las firmas que ya hayan concurrido a la convocatoria puedan hacerlo de nuevo, si bien la letra pequeña se conocerá con la publicación de los cambios en el Boletín Oficial del Estado (BOE). La ministra responsable de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, destacó sobre el acuerdo en el Consejo de Ministros que «con esta medida mantenemos nuestro compromiso con los sectores más afectados por la guerra en Ucrania y atendemos su necesidad para paliar los efectos de esta crisis».
Dos planes
Se da la circunstancia de que la Generalitat anunció la puesta en marcha su propia línea de ayudas para los sectores más dependientes del gas con una dotación de 50 millones precisamente con el objetivo de alcanzar las actividades que habían quedado fuera, como las fritas y esmaltes. La intención, según manifestó en su momento el president, Ximo Puig, pasaba porque su línea fuera complementaria a la estatal, por lo que queda en el aire si el ejecutivo autonómico considera la reconducción de dicha estrategia y permite compatibilizar ambos planes para que las empresas reciban una mayor cuantía.
