De vuelta a la incertidumbre. El azulejo de Castellón y, en concreto, los fabricantes de fritas y esmaltes, así como los de maquinaria cerámica vuelven a coger aliento ante el cambio de rumbo que pone en riesgo que se retomen las relaciones comerciales entre España y Argelia.
El Gobierno de Argelia ha desautorizado a la Asociación de Bancos e Instituciones Financieras (ABEF), la patronal que emitió una circular vinculante el pasado jueves por la que anunciaba el levantamiento de las restricciones para las operaciones bancarias para el comercio exterior con España.
Una agencia estatal aseguró estos días que la patronal no tiene prerrogativas para tomar decisiones en materia financiera y comercial «que comprometan al Estado», las cuales deben ser tomadas «en Consejo de Ministros, por el Ministerio de Finanzas o por el Banco de Argelia y se anuncian a través de los canales oficiales».
En concreto, las restricciones vigentes implican la exigencia de domiciliaciones bancarias con provisión previa de fondos, el bloqueo bancario del 120% del importe del valor de la mercancía y una espera de 30 días tras la domiciliación para llevar a cabo el intercambio de los bienes y servicios desde y hacia España.
Dudas entre las compañías
El secretario general de la Asociación Nacional de Fabricantes de Fritas, Esmaltes y Colores Cerámicos (Anffecc), Manuel Breva, aseguró este lunes que se encuentran por ahora «contrastando las noticias que nos van llegando y a la espera de ver si se admite algún tipo de actividad comercial».
No obstante, Breva valoró que «genera mucha incertidumbre que la banca argelina diga que abre el comercio y de un día para otro, el gobierno contradiga esta información, por lo que hay que ser cautelosos».
Con todo, el representante de Anffecc mostró su confianza en que «la situación pueda resolverse definitivamente lo antes posible y retomar las transacciones comerciales con este país, pues Argelia es nuestro segundo país de destino», incidiendo de esta forma en la importancia que mantiene este mercado para los productores castellonenses de fritas, esmaltes y colores cerámicos. Sin ir más lejos, el año pasado las exportaciones a Argelia de este sector desde la Comunitat Valenciana alcanzaron los 88,7 millones de euros.
Otra de las actividades vinculadas al clúster cerámico que queda en vilo por la contradicción es la dedicada a la fabricación de maquinaria. Se de la circunstancia que sus compañías, al igual que las de fritas, mantienen paralizados contenedores en el puerto de Argel generando un sobrecoste a la espera de resolución.
