El Gobierno central reconoce el «esfuerzo realizado por el sector azulejero» ante la crisis que atraviesa derivada del alza de los costes energéticos.
Así lo aseguró este martes la delegada del ejecutivo nacional en la Comunitat Valenciana, Pilar Bernabé, durante una visita a la comarca castellonense de l’Alcalatén en la que acudió a la Real Fábrica de l’Alcora y visitó la planta de Tierra Atomizada, junto al presidente del Grupo Pamesa, Fernando Roig; la subdelegada del Gobierno, Soledad Ten; y el alcalde de dicha localidad, Samuel Falomir.
Bernabé abogó en si visita por el diálogo con el clúster en sus reivindicaciones y aseguró que gracias al mismo «se ha alcanzado un acuerdo necesario», en referencia al anuncio realizado por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de incluir la cogeneración en el mecanismo del tope al gas.
«El Gobierno es sensible a las demandas de este sector puntero y de referencia internacional, por lo que alcanzar esta solución era una cuestión de justicia y de inteligencia estratégica», defendió la delegada en la Comunitat.
Bernabé añadió que las organizaciones del clúster cerámico «tienen un gran peso económico en la comarca de l’Alcalatén y, en general, en la provincia de Castellón y es fundamental que sigan operando y garantizando el empleo en esta zona», declaró la delegada.
Más medidas
No obstante, cabe recordar que el sector instó en su día al Gobierno a adoptar medidas adicionales ante la problemática que atraviesa la industria gasintensiva, pues aunque la patronal Ascer valoró de positiva la medida para la cogeneración, señaló que resultaba insuficiente.
Entonces, el clúster ya se puso a disposición del Gobierno para buscar otras soluciones que beneficien a la industria puntera de la provincia ante el escenario actual.
Compañías como Azuliber, uno de los principales productores de arcilla atomizada, materia prima utilizada para la producción de azulejos en Castellón, y que fue adquirida por el grupo Pamesa en septiembre del 2021, anunció un cese total de su producción, con la consiguiente aplicación de un ERTE a la plantilla, junto con la parada de sus plantas de cogeneración por los altos costes energéticos.
