La hostelería vive subida en una montaña rusa, encadenando un sobresalto tras otro. La firma del nuevo convenio laboral en abril, con cerca de 20.000 trabajadores afectados en la provincia, parecía un punto de inflexión después de unos angustiosos meses por las restricciones de la pandemia. Pero llegó la guerra en Ucrania y con ella una inflación que está golpeando de nuevo a otro sector clave en la economía de Castellón. La subida de precios ha hecho saltar todas las alarmas entre los hosteleros, que se siguen reinventando para mantener la fidelidad de la clientela, aunque a esta también le ha influido en el bolsillo y el gasto en ocio es menor.

De izquierda a derecha: José Gayarre (director Academia Española de Formación), Artur Kanins (coordinador del proyecto de la Academia Española de Formación), Helmut Osterholt (representante de ChefHeads), Pablo Montero (formación del profesorado de Cosda), Elena Rubio (FCT de Cosda), Mariló Esteban (Profesora de inglés de Cosda) y Ramón Reolid (jefatura de Estudios de Cosda)FP) GBSMEDIA

Turismo sin masificar

Entre cierto pesimismo también surgen brotes verdes, y uno llega en forma de oportunidad para los futuros trabajadores del sector. La Escuela de Hostelería y Turismo Costa Azahar (Cosda) forma parte de un proyecto financiado por la Unión Europea e impulsado por la Academia Española de Formación (AEF) para promover un turismo de naturaleza, alejado de masificaciones, en diferentes zonas del viejo continente. Es una oportunidad para que los estudiantes del centro del Grau refuercen su formación viajando como erasmus durante tres meses a la Selva Negra, concretamente a Kinzigtal, haciendo prácticas con prestigiosos chefs de la zona y recibiendo cursos para aprender alemán a gastos pagados en la estancia.

Mejores condiciones laborales

La idea ha calado entre los alumnos, que piensan que es una opción muy interesante. «En Alemania hay mejores condiciones laborales y mayor respeto al empleado. En España estás todo el día trabajando, no tienes vida, y me gustaría tener unos factores más favorables, más humanos», explica Jorge Silvestre (estudia segundo de dirección de cocina). Opinión que comparte Naroa Espada (segundo de cocina). «Aquí hablas con gente de hostelería y te recomienda que estudies otra cosa, pues es un empleo mal remunerado y se trabajan muchas horas. En la fábricas y en las oficinas la gente tiene sus horarios y se respetan», ejemplifica. «En horarios y sueldos puede haber una gran diferencia con lo que tenemos aquí», comenta Nor González (primero de gestión de alojamientos turísticos). «En el 2023 parece que van a obligar a pagar un sueldo durante el periodo de prácticas, pues ahora trabajamos muchísimo sin ninguna remuneración. Hay gente que se deja los estudios antes de terminar aun teniendo un gran potencial», señala Víctor Almeida (segundo de dirección de cocina).

169 horas al mes

Son valoraciones de estudiantes del centro del Grau reivindicando una mayor regulación del sector para evitar la fuga de talento, pues lo que tienen claro es que no van a renunciar a su vocación.

«Los sueldos para un joven cocinero oscilan entre los 2.360 y los 3.000 euros en Alemania, respetando las 169 horas mensuales que establece la ley. En la Selva Negra incluso están planteando ahora modelos de trabajo de cuatro días a la semana», explica José Gayarre, director de la AEF.

La valoración del plan de los estudiantes del Grau

Jorge Silvestre Vilar (21 años): "Es una oportunidad única, no solo por conocer su cocina sino también sus costumbres, su idioma, su gente. Incluso trabajando en Castellón podemos tener un público extranjero, por lo tanto el saber mas idiomas nunca irá mal. Tenemos que aprovechar estas oportunidades para conocer mundo y vivir experiencias nuevas".

Naroa Espada Jaime (17 años): "Alemania podría ser un futuro profesional porque es una manera de aprender nuevas culturas, un nuevo idioma y otras formas de trabajar. Me abriría muchas puertas en mi profesión. Seguro que podría traerme nuevos conocimientos para utilizarlos aquí".

Víctor Almeida Rubio (20 años): "Irme con una beca Erasmus a Alemania me brindaría muchas oportunidades de trabajo. Ya estuve en Italia y puedo decir que la experiencia fue magnífica. Aquí en España tenemos una gastronomía muy buena, pero con estos programas podemos profesionalizarnos mas allá de nuestra cocina y también dar a conocer esta gastronomía en otros lugares".

José Luis Muñoz (21 años): "Es una oportunidad muy importante que nos permite poder aprender cocina de otros países y también un nuevo idioma. Yo sí me veo trabajando perfectamente en la cocina de un hotel en Alemania y si no sé el idioma pues lo aprenderé. Si después de una temporada trabajando en Alemania decidiera volver a Castellón me vendría con muchas cosas aprendidas e intentaría aprovechar las ideas de allí, pero con productos de aquí".

El grupo visitó una clase de Turismo en la Escuela de Hostelería. GBSMEDIA

Irina Thomazetto (34 años): "Trabajar en Alemania lo veo una oportunidad muy interesante porque allí se paga mejor que aquí. Me gustan mucho los idiomas, hablo portugués, español, inglés y aprendo francés. Antes de estudiar alojamientos, estudié ecología y me encantaría trabajar en Alemania en zonas rurales. Por ejemplo, me gustaría saber cómo se recepciona a la gente en Alemania, sus culturas, cómo gestionan los hoteles, quizás otra filosofía de trabajo... Me aportaría otras oportunidades laborales".

 Nor González (19 años): "Además de practicar inglés en Alemania, tendría la oportunidad de aprender alemán, porque aquí todos dicen que es muy difícil y nos da miedo, pero me permitiría trabajar y comunicarme con otros clientes y ofrecer un mejor servicio. Profesionalmente, además del idioma, me podría aportar aprender a tratar con otro tipo de culturas y otras formas de trabajar. En horarios y sueldos creo que puede haber una gran diferencia a lo que hay aquí".

Mar Mallol (21 años): "La parte de Guías, que engloba una cuota muy grande de Turismo, sería una oportunidad para conocer cómo funciona en otro país, sobre todo en la Selva Negra, que tiene un potencial que me encantaría conocer. Me gustaría aprender el alemán porque pienso que me serviría mucho profesionalmente y para nosotros es una de las lenguas más importantes. Somos jóvenes y tenemos ganas de vivir nuevas experiencias y conocer nuevas culturas, por lo que me iría sin dudarlo. Pienso que Alemania es un país mas avanzado que el nuestro y sería una buena oportunidad".

 

Osterholt mira el género de una parada de pescado del Mercat Central GBSMEDIA

VISITA AL GRAU DE UN CHEF ALEMÁN CON ESTRELLA

Dentro del acuerdo de colaboración, una delegación alemana visitó recientemente la Escuela de Hostelería del Grau con Helmut Osterholt de gran abanderado, como representante de la prestigiosa asociación gastroalemana ChefHeads (club de chefs), que reúne a cocineros con estrella en aquel país, en una red de más de 650 socios y que supera los 10.000 participantes. En el tour visitaron el Mercat Central de Castelló, Vilafamés, las Grutas de la Vall d'Uixó, Alfondeguilla y una bodega de Cabanes. 48 horas non stop en las que conocieron de cerca los principales productos de la despensa de la provincia, extrayendo interesantes conclusiones. Por ejemplo, Osterholt habló de la naranja y dijo que «la denominación de origen valenciana no está tan presente como debería en el extranjero». Al hablar de precios cree que es necesario «replantear las cadenas de distribución» y «no tiene sentido importar de otros destinos cuando hay una producción de mejor calidad en Europa (España) que reduce los costes del transporte». Curiosamente, este lunes, las naranjas de Argentina, Uruguay o Sudáfrica costaban 3,79 euros/kilo en los súper germanos y la mandarina española 1,99.

Destacó que en su país aumenta el consumo de jamónaceite de oliva al dispararse el precio del más habitual allí (girasol), que ronda los 5 euros. "Sin embargo, creo que todavía no han alcanzado el puesto que se merecen por su calidad y podrían estar todavía más presentes", destaca el alemán.

Visita al Mercat Central

"Me llamó la atención la gran variedad de productos, desde el más alto nivel gurmet hasta el más sencillo. Me impresiona especialmente la variedad y, sobre todo, la frescura de pescados y mariscos. Y lo mejor es que todos estos productos son accesibles para todos. Creo que el consumidor está cada vez más interesado en la alta calidad que en la oferta más limitada de las cadenas mayoristas", comentó Helmut

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