ECONOMÍA

Las nuevas plagas que amenazan la naranja

El ‘dragón amarillo’, la ‘Xylella’ o la Mosca Oriental están cada vez más cerca de Castellón

Las plagas cercan la naranja

Las plagas cercan la naranja / Daniel Tortajada

Elena Aguilar

Elena Aguilar

La citricultura en Castellón tiene muchos enemigos, pero algunos de los más potentes apenas miden cinco milímetros. Y sino que se lo pregunten a los cientos de agricultores que en los últimos dos años han visto cómo el cotonet atacaba sin piedad sus cosechas, deformaba la fruta hasta convertirla en inservible, desde el punto de vista comercial, y provocaba pérdidas millonarias en el sector. Pero cuando el pasado otoño el Planococcus citri (nombre científico de la plaga africana) empezaba a estar algo más controlado, la presencia de la Mosca del Mediterráneo ha acabado por empañar una campaña a la que este año parecen acompañar los precios. 

El cotonet o Mosca de la fruta es un viejo conocido de los productores de naranjas de la provincia, pero hay otras plagas que aporrean las puertas de España y cuyas consecuencias, en el caso de entrar, serían nefastas para el bastión de la agricultura en Castellón. La voz de alarma la ha dado esta misma semana el Comité de Gestión de Cítricos, la asociación que aglutina a las principales empresas y cooperativas exportadoras, y que ha asegurado que el peligro es tan real que la naranja vive en «un estado de alerta fitosanitaria permanente». Y todo después de que, por primera vez en Europa, se hayan detectado en Portugal daños a cítricos por la subespecie de la bacteria Xylella fastidiosa.

La Xylella ya ataca en Portugal, pero el golpe definitivo contra el sector lo asestaría el dragón amarillo. A esta enfermedad se la conoce como la peste de los cítricos y ha aniquilado miles y miles de árboles en Estados Unidos, Asia o África. «Es la plaga más devastadora porque mata el árbol y en Florida, por ejemplo, ha supuesto una debacle», apunta Roger Llanes, secretario autonómico de Agricultura, que más que hablar de alerta se refiere a «vigilancia permanente».

Más control en las fronteras

La Mancha negra (Phyllosticta citricarpa); la Mosca Oriental (mucho más agresiva que la del Mediterráneo) o la falsa polilla (para evitar su llegada a España desde Sudáfrica Bruselas aprobó el pasado verano el tratamiento en frío para las importaciones de cítricos desde este país), completan la lista de patógenos que amenazan la citricultura de Castellón y que podrían poner en jaque a un sector asfixiado por los altos costes de producción y para el que la baja rentabilidad supone un freno insalvable a la incorporación de jóvenes que apuesten por el campo.

La amenaza existe, el peligro es real y el reto ahora está en construir un muro lo más alto posible para que estas plagas no entren en España. «La gran lucha está en la prevención, en el trabajo en las fronteras», defiende Llanes, que insiste en que desde instituciones como el IVÏA llevan años investigando mecanismos para erradicar esas enfermedades. «Desde el IVIA, por ejemplo, se ha importado el depredador que ha sido utilizado para combatir el dragón amarillo en Portugal», añade. 

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