Los accidentes con fauna salvaje crecen un 50% en Castellón

La superpoblación de algunas especies ha provocado un incremento de los accidentes con fauna salvaje en un 47% en Castellón. Así se desprende del último balance facilitado por la Jefatura de Tráfico en Castellón. En concreto, en los primeros ocho meses del año en Castellón se han producido 281 siniestros con un animal silvestre implicado cuando en el mismo periodo del 2022 ascendieron a 190.

Los causantes de estos son, principalmente jabalíes y corzos y en ambos casos ha aumentado la siniestralidad. En cerdos salvajes supusieron 151 de enero a agosto (inclusive) del 2022 cuando ahora suman 206. Por lo que respecta a los ungulados antes citados, han pasado de 25 a 44.

Al mismo tiempo se han incrementado la cifra de víctimas, a pesar de que, por fortuna, no ha habido que lamentar ninguna víctima mortal en los dos últimos años. En los ocho primeros meses del 2022 se registraron 14 y en este último ejercicio ya suman 26.

La mayoría de las víctimas no han requerido hospitalización, pero han aumentado (de 13 a 24). Asimismo, dos personas tuvieron que ser ingresadas frente a una el año pasado.

La punta del iceberg

Sin embargo, para Mario Arnaldo, de Automovilistas Europeos Asociados, estos datos únicamente constituyen la punta del iceberg, ya que muchos de ellos no se reportan y por lo tanto escapan a las estadísticas.

¿Por qué aumentan los accidentes?

Para Arnaldo son varios los motivos que explican el aumento de los accidentes con fauna salvaje, como la superpoblación o cambios legales.

¿Quién paga?

Tras la modificación en 2006 que hubo de la ley de seguridad vial que hubo con la implantación del carnet por puntos se exoneró de responsabilidad a los titulares de los cotos de los accidentes en accidentes con especies cinegéticas. Antes el propietario de los terrenos, el titular del coto o la administración eran responsables en caso de que se produjera un accidente con estos. En cambio, tras el cambio normativo, recae en el automovilista. La excepción sería que, con motivo de una batida se produjera un accidente, explicita.

Cambio legal

Arnaldo considera que esta es una de las razones del aumento de accidentes pues, con el cambio normativo, se ha perdido este incentivo hacia que los cotos mejoren su seguridad. "Los titulares de cotos pueden poner medidas preventivas como barreras de olor, cercas. Antes tenían un seguro para afrontar las medidas e indemnizaciones", señala Arnaldo.

Una plaga

Otro factor ha sido el aumento de superficie cinegética. Y es que, a juicio de este experto, este problema no se da solo en Castellón, sino en toda la península. La superficie cinegética ha aumentado con el tiempo. "En la Comunitat, para hacerse una idea, el 82% del territorio es superficie cinegética, con 1,91 millones de hectáreas", apunta.

Menos cazadores

A ello se añade, dice, que "cada vez hay menos cazadores. Las licencias de caza han disminuido", asevera. Según datos de la Conselleria, en toda la Comunitat el año pasado se expidieron 34.274 frente a las 118.353 de 1992, es decir, casi 3 veces menos. En Castellón han pasado de 28.367 en 1992 a  4.184.

Población

Además, la población ha aumentado. "En la Comunitat hay una tendencia desde hace mucho tiempo de incremento poblacional significativamente ascendente de jabalí. En 10 años la progresión de capturas se triplicó (+159%)", expresa. En Castellón se capturaron 8.408 en 2021 frente a las 2.784 del 2001. "Es la especie que ocasiona el mayor número de accidentes", indica. De hecho, según el balance de Tráfico, tres de cada cuatro accidentes con víctimas en Castellón con fauna salvaje fueron por jabalí.

Plaga de jabalí

Como publicó Mediterráneo, los municipios con plaga de jabalí se han incrementado en casi un 40% en comparación con dos años atrás. En concreto, en la provincia de Castellón ya son 76 los términos municipales infestados, lo que supone casi seis de cada diez poblaciones.

Trabas a la caza en zonas libres

Por su parte la federación de caza de Castellón señala que los cotos realizan batidas desde principios de septiembre hasta finales de febrero y durante todo el año llevan a cabo esperas en puntos diferentes del terreno acotado, previamente siempre autorizado en la resolución de su plan técnico.

"Donde se encuentra el principal problema es en las zonas libres de caza, donde el control de jabalís solo se puede llevar a cabo por daños a la agricultura, previa autorización de la Consellería y con su tiempo que lleva dicha solicitud", aclaran. "Además también nos encontramos con la problemática de que en las zonas de seguridad no se pueden utilizar armas de fuego y se deben de llevar a cabo otros métodos de captura, como las jaulas trampa", ejemplifica.

Pagar por jabalí

Por ello, los cazadores son claros y piden "más facilidades para la caza del jabalí en las zonas libres de caza y ayudas a los cazadores". Respecto de las ayudas pone el ejemplo de lo que se está haciendo en otras provincias que se paga por jabalí abatido y financiar la munición.

Facilitar espacios para cadáveres

"Pero con facilitar y dar soluciones factibles y fáciles a la hora de retirar el cuerpo del animal ya sería un avance, como la posibilidad de comercializar la carne o dirigirla a comedores sociales una vez se pasen todos los controles sanitarios", añaden.

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