La lucha de Castelló contra Napoleón que acabó con una mano mutilada colgada del ayuntamiento

La población de la ciudad se rebeló contra el gobernador

Fachada del ayuntamiento de Castelló.

Fachada del ayuntamiento de Castelló. / Mediterráneo

La película de Ridley Scott ha traído de nuevo a la actualidad la figura de Napoleón. En España, la política de expansión del emperador francés derivó en la Guerra de la Independencia, que se desarrolló entre 1808 y 1814. La presencia de las tropas del país vecino provocaron en Castelló incidentes que, como anécdota, dejaron durante casi medio siglo una mano mutilada colgada del pórtico del ayuntamiento de la ciudad.

Cuentan las crónicas de la época que, espoleados por los sucesos del 2 de mayo en Madrid, un grupo de castellonenses henchidos del fanático y exaltado fervor patriótico del momento, asesinaron, acusado de afrancesado, al gobernador Pedro Lobo, cosido a puñaladas. No solo eso: soltaron a todos los presos de la cárcel, saquearon el palacio episcopal, abrieron toda la correspondencia en la estafeta de correos y nombraron como gobernador al jornalero Andrés Alcón.

Un retrato de Napoleón.

Un retrato de Napoleón. / Mediterráneo

Fue este uno de los más perversos amotinados, ya que emitió bandos prohibiendo salir a nadie de la ciudad y ordenó que las tabernas estuviesen abiertas a todas horas.

Puso fin a la rebelión la junta suprema de Valencia, que envió 100 soldados a la capital de la Plana. Estos detuvieron a más de 30 personas que se habían amotinado y que eran responsables del asesinato del gobernador Lobo.

Mano mutilada

Tras estos hechos, y por mandato de la Capitanía General de Valencia, fue colgada de los arcos de la casa consistorial de Castelló una mano mutilada. De esta manera se quería recordar a los vecinos de la ciudad las consecuencias de una posible insurrección.

No se sabe de quién era la mano, que estuvo colgada en ese lugar durante casi medio siglo, pero se cree que fue de uno de los responsables del asesinato del gobernador.