Solo una de cada cuatro personas con discapacidad en edad de trabajar está activa en Castellón

Aunque la afiliación ha mejorado en el último año todavía queda mucho por hacer

Castellón celebra este lunes el día mundial de las personas con discapacidad con la lectura de un manifiesto

La UJI ha acogido este lunes el acto de lectura del manifiesto por los derechos de las personas con discapacidad

La UJI ha acogido este lunes el acto de lectura del manifiesto por los derechos de las personas con discapacidad / Carmen Tomás

Carmen Tomás Armelles

Carmen Tomás Armelles

Solo una de cada cuatro personas con discapacidad y en edad de trabajar están activas en el mercado laboral de Castellón. La Universitat Jaume I ha acogido este lunes el acto en commemoración del día mundial de las personas con discapacidad con un acto consistente en la lectura de derechos, entre los cuales está el derecho a trabajar y a escoger libremente su ocupación. Entre sus otras reivindicaciones figuran más residencias y centros de día, menos barreras, a poder contar en la sociedad y no ser invisibilizados.

La mitad, en edad de trabajar

En la provincia de Castellón hay 42.750 personas con discapacidad reconocida y, de ellas, poco más de la mitad (21.738) están en edad de trabajar, según datos de la Conselleria de Sanitat del 2022. Asimismo, el informe del mercado de trabajo que hace el Servicio de Empleo Estatal sobre este colectivo (2023) muestra que en la provincia hay 3.583 personas discapacitadas afiliadas a la Seguridad Social y 1.823 en situación de desempleo. La cifra de parados ha disminuido ligeramente respecto al año anterior (1.854), aunque también ha aumentado la cifra de afiliados (un año atrás eran 3.365). Tres de cada cuatro se emplea en el sector servicios.

En ese sentido, desde Cocemfe Samuel Miralles ha explicado que "de cada 10 personas con discapacidad 7 no tienen empleo". Miralles describe los problemas que encuentran en el acceso al mercado labora: "Muchos de ellos no tienen medios para tener un vehículo y poder trasladarse a empresas que se encuentren fuera del casco urbano y no tengan transporte público que les pueda facilitar esta incorporación".

A esto se suma que "las personas con problemas de salud mental tienen difícil la inserción, aún existen prejuicios".

A su vez quienes van en silla de ruedas también tienen difícil la inserción porque muchas empresas no tienen los puestos de trabajo adaptados.

"Si la discapacidad es muy visible aun existen prejuicios para su incorporación laboral", añade. Desde Cocemfe pedimos que se cumpla la ley general de discapacidad, que obliga a tener en las empresas con plantillas superiores a 50 trabajadores el 2% de sus trabajadores con discapacidad. Muchas empresas sí que cumplen con el ratio y no tienen prejuicios a la hora de contratar, pero desde Cocemfe Castelló creemos que aún falta camino por recorrer y se puede mejorar la contratación de las personas con discapacidad. Este año 2023 en Cocemfe Castelló lleva 105 inserciones en diferentes empresas de la provincia de Castellón.

Día Internacional

La UJI ha conmemorado este lunes el Día Internacional de las Personas con Discapacidad con una lectura pública colectiva de la Convención de los derechos de las personas con discapacidad. En la lectura, que se ha realizado en el Ágora delante del local de la Unidad de Diversidad y Discapacidad, han participado más de 50 miembros de la comunidad universitaria y de diversas entidades.

Al finalizar la lectura, la compañía de teatro Maset de Frater ha representado la performance «Tres vidas, tres historias».

Datos de la Unidad de Diversidad y Discapacidad

La Universitat Jaume I conmemoró este lunes el Día Mundial de las Personas con Discapacidad. Durante este curso, la Unidad de Diversidad y Discapacidad de la UJI atiende a 371 personas con necesidades específicas de apoyo educativo, de las cuales 156 tienen una discapacidad reconocida.

En la Unidad se trabaja con el estudiantado para garantizar la accesibilidad a los estudios, instalaciones y servicios, y también con el profesorado. El objetivo principal es el acceso al contenido de estudio, pero sin olvidar la parte social de relación con los compañeros, profesorado y la participación en la vida universitaria.

Un ejemplo es el de Alexandra Amalia Nicolae, una alumna de 4º curso de Traducción e Interpretación de la UJI que padece una deficiencia visual. Su retinopatía no le ha impedido ir ya por su segunda carrera. Es también filóloga en Lengua y Literatura Española por la Universitat de València. «Me gustaría dedicarme a la administración pública  como Traductora y compaginarlo con la docencia del español como lengua extranjera», manifiesta esta estudiante. Pide a la sociedad «que se ponga en nuestros zapatos y comprenda nuestra realidad. Si se rompieran esas barreras sociales sería el primer paso para que pueda haber personas con diferentes diversidades en las aulas, en el trabajo, en el transporte, en el día a día donde estén unos al lado de los otros, con el apoyo de familia, amigos e instituciones desde la infancia».

Mayor visibilidad

Por su parte, Joaquín Mas, quien sufrió daño cerebral que le impide trabajar, demanda que la sociedad los tenga en cuenta y tener más visibilidad. «Hace 7 años caí por la escalera y me rompí la columna y el cuello. No puedo trabajar. Lo positivo es que esto me ha hecho darme cuenta de que soy muy querido por mi familia, y por muchos de mi entorno. Me gustaría que hubiera mayor visibilidad»

La UJI ofrece por tercer año una formación dirigida a personas con discapacidad intelectual, un diploma para el empleo y la vida. «Esperamos que cuando terminen su formación puedan incorporar su talento y capacidad al mundo laboral», señalaron.

Más residencias y centros de día

 También pedían «más residencias y centros de día, porque si ya una persona normal ya tiene que aguardar para poder acceder, el problema es doble para una con discapacidad, explica Amador Solsona. «Yo aún pienso que he tenido suerte. Sufrí un ictus, y me podía haber ido cuando me cogió, pues un poco antes de sufrirlo iba bajando de Teruel con el camión. Aún hay gente que está peor que yo», añade.

Que nos traten como a personas normales

«No queremos dar pena, sino que nos traten como a personas normales. Yo sufrí un ictus hace seis años que me cambió la vida completamente». «No paraba de hacer cosas; era voluntaria de Aspanion ahora tengo paralizado medio lado».

Barreras

«Estaba trabajando y me desmayé. Me gustaría que la gente tenga paciencia, que no vaya tan ajetreada por la vida. La sociedad nos pone algunas barreras. Intentamos ir a los sitios y estar lo mejor posible y algunos están mejor y otros peor».