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La economía de Castellón en el 2023: la cerámica pasa de la crisis del gas a la crisis de demanda

El sector desea que a lo largo del nuevo año se vea un punto de inflexión

La cerámica ha encadenado un nuevo año de complicaciones.

La cerámica ha encadenado un nuevo año de complicaciones. / Gabriel Utiel

Bartomeu Roig

Bartomeu Roig

El puntal de la economía de Castellón, la cerámica, vivió un 2022 para olvidar como consecuencia de la subida de los costes del gas natural, un proceso que se aceleró con la llegada de la crisis de Ucrania. El 2023 hubo un descenso de la cotización de esta fuente energética, pero la situación no ha mejorado para el sector industrial de referencia. Los costes energéticos no influyen tanto, pero se ha dado un considerable descenso en las ventas.

La patronal Ascer calcula que las exportaciones a final de año se moverán en más del 15% de caída, mientras que la producción se ha reducido sobre el 20%. Si en el 2021 se llegó a una fabricación récord de 587 millones de metros cuadrados, se espera que el 2023 acabe con unos 400. "No prevemos que se produzca un cambio de tendencia a corto plazo", señalan desde la entidad. Sus últimos estudios establecen que el 2024 podría ser el momento de tocar fondo, para empezar a revertir la situación a partir del 2025.

La situación de inestabilidad de la economía mundial ha hecho mella en la construcción de un gran número de países, lo que tiene su efecto inmediato en las actividades relacionadas con los materiales de obra. A diferencia de la crisis del gas, con una Italia que recibió abundantes ayudas públicas, ahora este país se encuentra en la misma situación: cierra el año con una caída de ventas del 20%, y unas 6.000 personas en paro temporal.

En cuanto a los principales compradores, el 2023 podría haber un nuevo cambio en la clasificación. Estados Unidos lideró la lista en los tres últimos años, pero Francia ha liderado en los diez primeros meses

Ayudas

El 2023 también está marcado por el largo culebrón de las ansiadas ayudas del Gobierno a la cerámica. El equipo de Pedro Sánchez reservó una partida de 450 millones de euros, a repartir entre una treintena de sectores industriales gasintensivos. El primer trimestre estuvo marcado por las reglas de concesión: no convencieron debido a unos requisitos muy estrictos, como la obligación de estar al corriente del pago a proveedores en menos de 60 días. Finalmente, tras lograr acuerdos con el Ministerio de Industria para aligerar este apartado, se abrió el plazo de presentación, y llegaron tanto a la cerámica como a los esmaltes algo más de 70 millones de euros de los 450 totales. También hubo dinero para una empresa de cartonajes y para UBE.

Pese a este reparto, desde el sector se considera que las ayudas son insuficientes para hacer frente al fuerte agujero económico que dejó el coste del gas natural.

Manifiesto

A raíz de esta tensa situación de la cerámica se impulsó un manifiesto por parte de la patronal CEV Castellón, con el fin de reivindicar ante todas las administraciones medidas efectivas para proteger a la cerámica, y, con ella, al conjunto de la provincia.

Presentación del manifiesto por la cerámica en el Palau de la Generalitat.

Presentación del manifiesto por la cerámica en el Palau de la Generalitat. / Mediterráneo

Más de medio centenar de instituciones se adhirireron a la iniciativa, desde los sindicatos y organizaciones de empresarios hasta instituciones como la UJI. Mientras tanto, siguen los ERTE y los despidos en el sector.

Ascer calcula que unos 2.000 empleados han perdido su puesto en este año, y las empresas recurren a los paros temporales para ajustar la carga de trabajo al descenso de la producción. Además, se espera que se desbloquee el convenio colectivo.

Operaciones

La incertidumbre no ha evitado operaciones empresariales de calado. La más importante, la venta de Baldocer, una de las principales industrias del sector, al grupo mexicano Lamosa. Después de varios años de negociaciones, Felipe Peraire accedió a una oferta de de al menos 425 millones de eurosSerá cubierta mediante dos pagos, el primero por 354 millones de euros al momento del cierre de la operación, y el segundo pago en 2025 por un monto no menor a 71 millones de euros, que puede variar en función de sus resultados.

Además, el grupo Pamesa incorporó una nueva industria, con la compra de Best Surface y su reconversión en Ascale. De esta manera, el grupo presidido por Fernando Roig cuenta con líneas de producción propias para fabricar en gran formato, una de las tendencias más demandadas y que más valor añadido aportan a la cerámica. La puesta de largo de Ascale tuvo lugar en Cersaie, con nuevas líneas de este tipo para todas sus marcas.

Oportunidades

Pese a estas circunstancias hay detalles para la esperanza en el futuro. Por un lado, la cerámica tiene margen para crecer en algunos de sus mercados más importantes, como Estados Unidos, Francia, Reino Unido y Alemania. En algunos de estos países todavía hay un predominio de materiales como la moqueta o el vinilo, y ahí se vislumbra una oportunidad de crecer.

La crisis del clúster también ha tenido como epicentro a Argelia. Las fábricas de esmaltes y de maquinaria para el sector han perdido cerca del 94% de sus ventas a este país, que además era uno de sus principales clientes.

Tras un año y medio de tensiones diplomáticas con España, se espera que el bloqueo comercial del país norteafricano se levante, después de que haya regresado el embajador en España.

En la vertiente más positiva, este ha sido un año de aniversarios. Porcelanosa ha cumplido medio siglo de actividad como una de las principales firmas de la Marca España. Así lo reconoció el Rey, Felipe VI, en la visita que realizó a las instalaciones de Vila-real. Los mismos años cumplió Macer, una de las principales compañías dedicadas a la maquinaria cerámica, y que se mantiene en la primera fila de la innovación para el sector.

Un buen año para las infraestructuras

El 2023 ha supuesto el comienzo de las obras del nuevo acceso ferroviario a PortCastelló. Una ambiciosa inversión de más de 300 millones de euros, que conectará al principal nodo logístico de la provincia con el corredor mediterráneo. En estos momentos ya están en marcha las dos primeras fases de la obra, y en el primer semestre del 2024 tiene que licitarse la estación intermodal. El puerto de Castellón se convertirá así en uno de los puertos de España mejor conectados con las mercancías ferroviarias.

También ha sido un año de récords para el aeropuerto de Castellón. Entre enero y noviembre se han superado los 270.849 pasajeros, por lo que prácticamente se duplican los 150.000 alcanzados en un 2022 que ya fue el mejor año de su historia. Por las instalaciones han pasado más vuelos que nunca, con 11 rutas regulares en la temporada de verano. El ejercicio a punto de finalizar ha supuesto un cambio en la dirección general: de Blanca Marín se ha pasado a Justo Vellón, hasta ahora director de CEEI Castellón. Además, se anunció que entre el 2024 y el 2026 se conectará Castellón con las principales capitales europeas.

El mal tiempo perjudica al campo

El 2023 ha sido un año caluroso y seco, aunque no exento de fenómenos de fuertes lluvias. Esto ha tenido consecuencias en el sector agrario. La producción citrícola vuelve a estar bajo mínimos. Por quinto año consecutivo, la cosecha será más baja que la medida, con unas estimaciones del 15,2% menos para la variedad estrella de Castellón, la clemenules. Esto se ha notado en los primeros meses de exportaciones de la campaña, cuyo volumen ya está en la tercera parte de lo habitual respecto a los datos de hace tan solo una década.

Toda esta inestabilidad ha tenido reflejo en la vertiente laboral. Sonada ha sido la quiebra de una de las principales cooperativas de la provincia, Cítrics de Nules. Tras acumular años de mañas campañas, la mercantil se quedó sin liquidez, por lo que los trabajadores tienen que recibir la indemnización por despido por parte del Fondo de Garantía Salarial (Fogasa). También llamó la atención el movimiento de los responsables de Greenmed, la antigua Martinavarro, que ha cerrado la actividad de manipulado de cítricos en Almassora, para dejar solo el almacenamiento. Pese a las ofertas de recolocar a los empleados en otras naves de la provincia de Valencia, todos los asalariados renunciaron a la propuesta y salieron de la compañía.