Los futuros sumillers muestran sus destrezas en Castelló

La escuela de hostelería Costa de Azahar y Vindicas organiza un concurso de catas en la que participa medio centenar de alumnos de la Comunitat al objeto de difundir la cultura vinícola y formar a profesionales

Imagen de los finalistas con los representantes de Vindicas y profesorado

Imagen de los finalistas con los representantes de Vindicas y profesorado / COSDA

Carmen Tomás Armelles

Carmen Tomás Armelles

Ser capaz de maridar un buen vino con uno u otro plato es un arte cada vez más valorado. El Centro Integrado de Formación Profesional Costa de Azahar (Cosda) y la Asociación de Distribuidores de Vinos de Calidad de Castellón (Vindicas) lo saben muy bien. Por ello organizaron ayer un concurso de catas a ciegas para las futuras promesas sumillers. La cita, celebrada en este centro del Grau de Castelló, reunió a medio centenar de alumnos de varias escuelas de hostelería de la Comunitat Valenciana. De ellos se proclamó ganador absoluto Fran Guart Sandalines, alumno del centro Cosda de la capital.

La prueba

En el certamen los aspirantes tuvieron que catar un espumoso, un tinto, un blanco y un rosado, casi todos ellos, monovarietales. La prueba consistía en un examen tipo test en el que tenían que acertar las variedades del caldo, la añada, zona y cómo se había elaborado. «Es una forma de saber el nivel que tienes delante de un vino», explicaba el almazorense Félix Tejeda, el responsable de Vindicas, asociación que aglutina a ocho distribuidores de la provincia de Castelló. 

Los alumnos catando uno de los vinos en el certamen

Los alumnos catando uno de los vinos en el certamen / MANOLO NEBOT

Todos los años esta entidad organiza en noviembre la Sinfonía de los Vinos de Calidad, en el 2023 se celebró en el Hotel Luz. En ella se pueden probar más de 500 caldos. La cita viene acompañada de un concurso de cata, que tuvo lugar ayer en la Escuela de Hostelería del Grau. 

Los centros participantes fueron Benicarló, La Pobla Farnals, Peñíscola y Grau de Castelló.

Los concursantes pertenecen al ciclo formativo de grado medio de servicios de restauración, dirigido a formar jefes de sala, camareros, entre otros perfiles.

Buenos vinos

Màxim Mena Mas, alumno de Cosda, indicó: «Para mí ha sido una muy buena experiencia. Nos han dado a catar cuatro tipos de vinos distintos, de los que teníamos que decir denominación de origen, variedad, nombre y añada. Teníamos un tiempo máximo por copa. La verdad todos estaban muy buenos y eran de muy buena calidad», expuso. 

Dotes de un buen sumiller

Mientras, Daniela Gonzálvez, alumna de la Escuela de Hostelería de Benicarló, añadió que «teníamos que saber de qué año era, nombre, tipo de uva... Lo más duro, a su juicio, es identificar el tipo de uva porque hay muchos. «Un buen sumiller tiene que conocer todos los tipos de vinos, ser muy amable y saber cómo comunicarse con el cliente para poder darle una buena recomendación», concluyó. 

CASTELLON. GRAO. ESCUELA DE HOSTELERIA EXAMEN SUMILLERES

Alumna del CIFP de Benicarló participante en el certamen de sumillers. / MANOLO NEBOT

Ciclo experimental

Además, Cosda imparte un ciclo experimental, porque el sector demandaba este tipo de formación, que permite obtener, en tres años, una doble titulación, el grado superior de dirección de cocina y dirección de servicios de restauración, con lo que tienen formación de sala y de cocina. Durante todo el año, los inscritos tienen un módulo dedicado al servicio del vino, para formarse en el aprendizaje este arte. Además, el profesorado del centro integrado de FP realiza muchas catas para perfeccionamiento. «Los restaurantes los demandan mucho. El profesional que está formado encuentra trabajo en seguida y muy bien remunerado», explica el director de Cosda, Vicente Moliner. 

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