El tiempo está loco: Castellón registra el invierno más cálido de la historia

La temperatura media de la estación que está cerca de acabar es hasta 3 grados superior

Una mujer mira un escaparate con ropa de abrigo, a finales del pasado enero.

Una mujer mira un escaparate con ropa de abrigo, a finales del pasado enero. / KMY ROS

E. Aguilar / C. Tomás

Falta un mes que acabe el invierno, pero a estas alturas la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) no duda en catalogar los meses de diciembre, enero y febrero como los más cálidos de la historia en Castellón, con una anomalía media de entre 2 y 3 grados, dependiendo de las zonas de la provincia. 

Aemet asegura que, hasta ahora, el invierno era la única estación del año que aún no había superado el récord de temperaturas, aunque esto se acabó. «Hasta este año, el invierno más cálido en Castellón era el de 1965-1966, pero el de este año va a superar en 0,4 grados al de hace 58 años», explican desde la Agencia de Meteorología en la Comunitat.

En la ciudad de Castelló, por ejemplo, la temperatura media del invierno va a ser probablemente 2,1 grados superior y, por tanto, será el más cálido desde que existen registros, superando los de los años 1935-1936, 1954-1955 y 2015-2016, que hasta ahora eran los trimestres invernales con el mercurio más alto. Y otro ejemplo más: en Morella, la anomalía de la estación será de +2,9 grados y también será declarado como el más cálido de la historia, superando a los de 2015-2016, 2019-2020 y 1989-1990.

Los expertos de Aemet insisten en que en los registros climáticos no hay precedentes de un invierno tan calurosos como este y aseguran que todavía quedan algunos días con temperaturas inusualmente altas para un mes de febrero. De hecho, este jueves será un día muy cálido en la provincia, superándose los 20 grados de forma generalizada, tanto en el litoral como en el interior, con zonas donde incluso superarán los 25º.

La lluvia tampoco llega

No obstante, el viernes se normalizan las temperaturas y el fin de semana el mercurio irá claramente a la baja y el ambiente será algo desapacible por el viento, aunque los registros previstos tanto para el sábado como el domingo «entran dentro de la normalidad del invierno».

La ropa de abrigo y las calefacciones han brillado por ausencia en las últimas semanas y los paraguas, también. Si el de 2023-2024 pasará a la historia como el invierno con las temperaturas más altas también lo hará como uno de los más secos. Desde el inicio del año hidrológico y hasta el pasado 9 de febrero, la precipitación acumulada en la Comunitat es de tan solo 37,7 litros por metro cuadrados, un 82% menos que el valor que se considera normal, que es de 214.

La falta de lluvias, unida a las altas temperaturas, ha provocado también que los embalses de la provincia acumulen cada vez menos agua. Las reservas ya son las más bajas de los últimos 17 años, lo que ha obligado a la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) a decretar la situación de emergencia por escasez hídrica en los sistemas del Palancia y Sènia, en el sur y norte de la provincia. Y lo peor de todo es que las previsiones de Aemet no dan lluvias en abundancia a corto y medio plazo.