Castellón consume cada vez menos diésel

Las ventas de gasoil de automoción bajan un 6% en un año, pero crecen las de gasolina

Las matriculaciones de coches con esta tecnología solo suponen el 11% en la provincia

Foto de archivo de un vehiculo diésel repostando.

Foto de archivo de un vehiculo diésel repostando. / Jaume Bauzà

Elena Aguilar

Elena Aguilar

Los coches diésel ya no son lo que eran. Durante décadas esta tecnología fue la reina de los concesionarios, pero hoy la mayoría de los clientes desconfían de ella y los fabricantes también le han dado la espalda. La consecuencia es que, poco a poco, las ventas de este tipo de vehículos han ido retrocediendo hasta el punto de que en Castellón las matriculaciones de turismos y todoterrenos diésel apenas suponen un 11% del total, mientras que hace diez años el porcentaje rozaba el 70%. Y esa es una de las causas que explica porqué las estaciones de servicio de la provincia dispensan cada vez menos gasóleo y más gasolina

Aunque el diésel sigue siendo el combustible más demandado, los últimos datos de la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (Cores) demuestran que su liderazgo evoluciona claramente cuesta abajo. De enero a noviembre del 2023, las algo más de 225 gasolineras de Castellón comercializaron 230.014 toneladas de gasóleo A para automoción, lo que supone una reducción de 15.640 toneladas (un 6,3% menos) que durante el mismo periodo del año anterior. El dato cobra aún más importancia si se tiene en cuenta que las ventas de este carburante aún no se habían recuperado por completo del retroceso que sufrieron en 2020, con la llegada del covid.

Durante los once primeros meses del 2023 de los surtidores de la provincia salieron un 6% menos de litros de gasóleo y, en cambio, el consumo de gasolina 95 no deja de crecer. Así, de enero a noviembre del año pasado las estaciones de servicio despacharon 74.767 toneladas de este combustible, lo que representa un 8,2% más que en el mismo periodo de 2022, cuando fueron 69.066 toneladas.

La descenso de las ventas de vehículos diésel está detrás del fuerte descenso que ha experimentado el consumo de este combustible en Castellón, pero hay algunas razones más. Y una de las más importantes está relacionada con el alza de las matriculaciones de turismos y todoterrenos híbridos, que suelen tener también una motorización de gasolina. El año pasado salieron de los concesionarios de la provincia 2.393 automóviles con esta tecnología, lo que supone el 28,2% del total.

Gasóleo agrícola a la baja

El gasóleo A de automoción no es el único combustible que en Castellón está de capa caída. Los datos de Cores reflejan también que las ventas de gasóleo bonificado (B), que es el que utilizan las máquinas agrícolas o los barcos de pesca, se encuentran en mínimos históricos. En los once primeros meses del 2023 apenas se distribuyeron 23.1086 toneladas de este carburante, un 28% menos que en el mismo periodo del 2022. Y otro apunte más. Si se comparan las estadísticas de ahora con las de hace veinte años el consumo ha caído prácticamente a la mitad. ¿Las razones? La reducción del número de buques y la crisis agrícola, que ha provocado que cada vez existan menos llauradors.

Los cambios en el surtidor son palpables y la mala noticia es que en la última semana el precio de los carburantes ha vuelto a repuntar, sumando un ligero encarecimiento del 0,13% para la gasolina y del 0,2% para el gasóleo. Y lo hace coincidiendo con los problemas en el Mar Rojo por los ataques de las milicias rebeldes hutíes a los buques occidentales. 

El precio de la gasolina sin plomo 95 asciende a 1,537 euros el litro y el diésel crece hasta los 1,486 euros por litro. Con los precios actuales, llenar un depósito medio de 55 litros cuesta 84,53 euros para los vehículos que funcionan con gasolina y 81,73 euros para aquellos que utilizan diésel.