El precio del alquiler en Castellón supera en más de un 60% el tope del Gobierno

Un inmueble en la zona de la UJI cuesta 750 euros y el índice del Ministerio lo baja a 450 

Una persona mira anuncios de pisos en alquiler en una inmobiliaria.

Una persona mira anuncios de pisos en alquiler en una inmobiliaria. / MEDITERRÁNEO

E. Aguilar / R. Ferrando.

Es la medida estrella de la ley de vivienda y nace con el objetivo de contener el precio de los alquileres, que en estos momentos alcanzan valores nunca vistos. El Gobierno ha publicado esta semana el Sistema de Referencia Estatal de Precios de la Vivienda en Alquiler que, cuando entre en vigor el próximo 13 de marzo, permitirá poner topes a las rentas en aquellas comunidades autónomas que declaren áreas tensionadas. Y aunque la Generalitat Valenciana ya ha manifestado que no lo va a aplicar, la realidad en Castellón es que existe una gran diferencia entre el coste de los alquileres y los precios que sugiere el Ministerio.

Uno solo vistazo a portales de internet como Idealista o Fotocasa sirve para comprobar que los índices publicados por el Gobierno nada tienen que ver con el mercado actual del alquiler. Un ejemplo: arrendar un piso de 96 metros cuadrados en la zona del Raval Universitari de Castelló tendría que costar una media de 450 euros al mes (el sistema del ministerio establece una horquilla para esa zona de la capital de entre 335 y 550 euros), mientras que los inmuebles de estas mismas características se ofertan por 750 euros, es decir, un 66% más caros. 

En Vila-real ocurre algo muy similar. Alquilar una vivienda de 104 metros cuadrados en la avenida Francesc Tàrrega cuesta, según los principales portales inmobiliarios, unos 650 euros. La nueva referencia del Gobierno establece el precio en 408 euros. O lo que es lo mismo, un 59,3% más barato.

10.000 viviendas públicas

El índice que ha publicado el Gobierno no gusta ni al Consell ni a las inmobiliarias. Desde la Conselleria de Vivienda rechazan activar el tope del Ministerio y explican que su apuesta pasa por la construcción de 10.000 viviendas públicas durante esta legislatura para conseguir la rebaja de los alquileres a través del aumento de la oferta.

Las inmobiliarias, por su parte, insisten que la medida del Ejecutivo de Pedro Sánchez tendrá el efecto contrario al perseguido. «Va a complicar más el acceso a la vivienda», defiende Nora García, presidenta de la Asociación de Empresas Inmobiliarias de la Comunitat (Asicval), que aboga por aumentar la oferta de pisos.

Francisco Iñareta, portavoz del portal Idealista, es de la misma opinión. «El índice es la crónica de la muerte anunciada del mercado del alquiler, cuyo verdadero problema es la falta de oferta de viviendas y no la subida de los precios», asegura al tiempo que insiste en que la implementación de un tope al alquiler en las zonas consideradas tensionadas es «echar más gasolina al fuego» y «una falta de responsabilidad y sensibilidad» con las familias que tienen dificultades para acceder a una vivienda en alquiler. 

El arrendamiento sigue al alza y otro 0,6% en febrero

El Ministerio de vivienda trata de contener los precios de los alquileres, pero la realidad es que estos continúan sin dar tregua. El mes de febrero se cerró con una subida mensual en España del 1,7%, mientras que en el conjunto de la provincia el alza fue del 0,6%, según el informe de precios de los arrendamientos publicado por el portal Idealista. 

Así, en el conjunto de la provincia el precio del metro cuadrado alcanza los 7,5 euros al mes (el coste medio de alquilar una vivienda de 90 metros asciende a 675 euros), una cifra que además supone un incremento del 9,1% respecto al segundo mes del año pasado. En el caso de la capital, el coste del metro cuadrado se sitúa en 7,6 euros (un piso de 90 metros se alquila a una media fe 684), lo que significa una subida del 6% respecto a hace un año, siempre según los datos que aporta Idealista.

 Los precios en Castellón siguen acelerados, pero poco tienen que ver con los de provincias como Barcelona o Madrid, donde el metro cuadrado supera los 17 euros. Para Idealista si los precios continúan subiendo es «por la cada vez más acuciante falta de oferta, lo que condena a muchos jóvenes a no poder emanciparse». 

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