Industria y energía deben ir de la mano para apuntalar el crecimiento económico

Expertos de Castellón reclaman en el seno del Foro de Económico y Social del Mediterráneo más apoyo y agilidad para acelerar la descarbonización

El consejo titulado ‘Retos de la Industria y Energía’ se desarrolló en los salones del hotel Intur /Intelier Rosa de Castelló.

El consejo titulado ‘Retos de la Industria y Energía’ se desarrolló en los salones del hotel Intur /Intelier Rosa de Castelló. / Manolo Nebot

Elena Aguilar

Elena Aguilar

La industria es el motor de la economía. Genera empleo estable y con salarios altos, es el sector que más invierte en innovación y, además, el que más efecto arrastre tiene sobre el resto de actividades económicas. Y debe que caminar irremediablemente unida a la energía. Porque si hay algo que preocupa a las empresas manufacturares es la energía, su suministro, su  precio... unos factores que son vitales para que el sector que representa el 15,31% del PIB español no pierda competitividad.

Industria y energía deben ser un matrimonio y, además, muy bien avenido, y esa fue una de las principales conclusiones del consejo Retos de la industria y Energía que, liderado por el periódico Mediterráneo, forma parte del Foro Económico y Social del Mediterráneo, una iniciativa de Prensa Ibérica en colaboración con la Fundación La Caixa.

Presidida por Ángel Báez, director de Mediterráneo y con Juan Vicente Bono, vicedecano del Colegio de Ingenieros Industriales de la Comunitat Valenciana y presidente de la Asociación de Investigación de Empresas AICE, como comisario, nueve expertos reflexionaron sobre los retos a los que se enfrenta la industria y cómo debe lograr su energía en una sesión que se celebró en el hotel Intur /Intelier Rosa de Castelló.

Alberto Echavarría, secretario general de Ascer, la Asociación Española de Fabricantes de Azulejos y Pavimentos Cerámicos, empezó su intervención lanzado una pregunta: ¿Lo fundamental es si se quiere o no industria? Los políticos dicen que sí, pero luego la realidad es otra muy distinta», lamentó y recordó que aunque el objetivo era que este sector representara el 20% del PIB español, las cifras van claramente a la baja. 

¿Y qué hay que hacer para darle la vuelta a la situación? Echavarría enumeró toda una serie de recetas entre las que destacan garantizar y ampliar la competitividad de la industria española frente a la europea y la de terceros países; reducir la burocracia (como ejemplo citó autorizaciones de minas de arcilla para el azulejo que llevan 16 años paradas) o que industria y energía vayan de la mano. «El Ministerio de Industria va por un lado y el de Transición Ecológica por otro. Y eso no puede ser. A nivel legislativo ese es uno de los principales cambios que deberían producirse. Si se quiere una industria fuerte la energía debe jugar a favor y no en contra como ocurre hasta ahora», insistió. 

Apuesta por el biogás

El secretario general de la patronal Ascer defendió también que resulta fundamental garantizar factores de competitividad como es la energía y añadió que para un sector como el cerámico de difícil descarbonización hay que apostar por el biogás y el hidrógeno verde, y garantizar que haya suficiente demanda y oferta. «La industria tiene que tener acceso preferente a esta energía renovable», explicó.

El biogás y el biometano son una de las fuentes de energía por las que apuesta el azulejo, pero su desarrollo en España va con retraso. Así lo expuso Roberto Cámara, responsable de Gran Consumo de Nedgia (grupo Naturgy), quien incidió en que esta energía puede tener un beneficio importante para el interior. «Puede ayudar a favorecer una transición justa», dijo.

 Cámara abogó por aprovechar las redes de transporte de gas (más de 90.000 kilómetros) y, en el caso del biometano, aseguró que hay un potencial de producción de 160 teravatios por hora. Y citó el ejemplo de Dinamarca, donde el 40% de todo el gas es renovable y en el 2030 el objetivo es que ese porcentaje sea del 100%. «En España falta una apuesta más decidida por parte del Gobierno por el biogás y el hidrógeno», dijo aunque reconoció los avances experimentados en los últimos años.

Los expertos que participaron de manera presencian el en consejo, momentos antes de iniciar la sesión.

Los expertos que participaron de manera presencian el en consejo, momentos antes de iniciar la sesión. / Manolo Nebot

Lorena Rodrigo, directora de Comunicación de la empresa PowerCo, incidió en que para la gigafactoría de baterías que se instalará en Sagunt, el Corredor Mediterráneo es fundamental. «Para nosotros es esencial tener esta infraestructura que nos conecte con Europa», dijo y aseguró que las empresas solo van a ser competitivas «sin son sostenibles».

La sostenibilidad es clave como también lo es la formación. En este sentido, Rodrigo apostó por mejores sinergias con las universidades, así como por la necesidad de reforzar la FP para reorientarla a los perfiles tan específicos que demanda la industria. Y citó también el reto de convertir la Comunitat Valenciana en una región puntera a nivel tecnológico.

El director de Sostenibilidad del Roca Group, Carlos Velázquez, también se preguntó si en España se quiere a la industria. «Nosotros tenemos 79 fabricas en todo el mundo y en este país nos cuestionamos si a la industria se nos quiere», explicó y aludió a la Declaración de Amberes, un llamamiento urgente a la UE para revitalizar el panorama industrial europeo.

Velázquez recordó que la Declaración de Amberes, firmada el pasado mes de febrero, habla de innovación. «La innovación ya no es una innovación de productos. Es innovación de procesos, de financiación» argumentó y defendió la necesidad de unos PERTE más asequibles, ayudas públicas y una Administración mucho más ágil.

También de innovación, pero en este caso tecnológica, habló Ruth Yerga, coordinadora de la Red de Cátedras de Fundación Repsol. Apostó por que la UE abogue por una competencia leal entre las tecnologías. «La tecnología será el factor determinante en la transición energética y la legislación debe favorecerlas a todas y movilizar las inversiones que necesitamos para descarbonizar la economía», declaró al tiempo que defendió que  «las decisiones regulatorias se deben basar en la tecnología y no en la ideología».

 Guillermo Roth, subdirector de Statkrat en España, empresa promotora entre otros proyectos de la macroplanta Arada Solar en la Plana Baixa, se refirió a los cuatro actores que intervienen en la transición energética: el sector energético, la industria, la opinión pública y las administraciones. «El primero debe hacer inversiones y hacerlas de manera consensuada y responsable. Cuando llega un proyecto a un territorio lo importante es que beneficie a todo el mundo», explicó. De la industria dijo que debe tener una visión a largo plazo. «Es la única manera de entender que esa inversión tan alta la rentabilizará en el futuro», argumentó y subrayó que si un territorio no consigue garantizar un suministro de energía asequible y seguro corre el riesgo de que su industria desaparezca.

Líneas de alta tensión

Y de la generación de energía renovable a su distribución. Maite Vela, delegada territorial de Redeia para la Comunitat Valenciana y Murcia, defendió que la energía tiene que perseguir a la industria y no al revés. «La energía es un factor de competitividad y atrae inversión, empleo y talento», comentó y enfatizó que para que llegue a las empresas son necesarias líneas de alta tensión. «Nadie las entiende y, sin embargo son imprescindibles, la columna vertebral».

Vela se refirió asimismo al desarrollo del hidrógeno verde, una de las grandes esperanzas del sector industrial para su descarbonización. «El hidrógeno se hace a base de electricidad y eso va a requerir subestaciones nuevas y lineas nuevas. Hay que tenerlo claro».

Expertos reclaman más apoyo y agilidad para acelerar la descarbonización

Expertos reclaman más apoyo y agilidad para acelerar la descarbonización / Manolo Nebot

Aitor Biza, responsable de Mercados, Sostenibilidad y RSC de Avecal, la Asociación Valenciana de Empresarios del Calzado, hizo un guiño a la FP e incidió en que es fundamental que se identifiquen los nuevos puestos laborales y se incida en la tecnología, el emprendimiento y el aprendizaje de s idiomas. «También resulta imprescindible favorecer el reciclaje y la actualización de los conocimientos técnicos», enumeró. 

Biza apuntó que el sector del calzado, focalizado en Alicante, es una industria 5.0. «Somos una industria moderna y cada vez somos más sostenibles y responsables. 

El último en tomar la palabra fue Manuel Breva, secretario general de la Asociación Nacional de Esmaltes y Colorificios Cerámicos (Anffecc), que abogó por integrar en el clúster cerámico a otros actores y citó explícitamente al sector energético. «Antes los veíamos como meros suministradores, pero son mucho más», dijo. 

Tras explicar que otro reto será introducción de la inteligencia artificial, Breva incidió en la necesidad de que la administración apoye y defienda a los cluster. «También necesitamos seguridad jurídica y menos burocracia» y avisó que si la industria no puede cumplir con los ritmos exigidos en materia de transición energética la deslocalización, que ahora ya se está produciendo, irá a más.