De les Coves de Sant Josep a un huerto de naranjos: el destino de los turistas del primer crucero del año en Castellón

El buque Seven Seas Splendor, con 750 pasajeros y 542 tripulantes, hacía este lunes su entrada en el puerto de Castellón a las ocho de la mañana convirtiéndose en el primer crucero del año en hacer escala en la provincia.

Los ocupantes de la embarcación de la naviera Regent Seven Seas, en su mayoría procedentes de Estados Unidos, tenían gran parte de la jornada por delante para descubrir todos los enclaves que esconde el territorio. Y así lo hicieron. Muchos atravesaron la pasarela y pisaron la alfombra azul que les recibió para subirse en uno de los autobuses dispuestos para participar las 20 excursiones ofertadas por suelo castellonense. Aunque hubo también quien optó por pasar el día en València.

Con mucha esencia

Fueron experiencias con mucha esencia autóctona. Una de ellas, por ejemplo consistió en conocer les Coves de Sant Josep de la Vall d'Uixó, visitar un huerto de naranjos en Vila-real para ser testigo en primera mano de la riqueza agrícola de la zona y, por último, degustar la gastronomía local en el restaurante Cal Dimoni. También hubo quien prefirió acudir a Morella, a Peñíscola, recorrer Castelló con los buses lanzadera habilitados o visitar el Museo de Arte Contemporáneo Vicente Aguilera Cerni de Vilafamés, abierto a propósito este lunes para dar la bienvenida a los cruceristas. Incluso algunos de los visitantes aprendieron a cocinar una paella con una clase magistral en el Mas dels Doblons de Almassora.

"Este tipo de visitantes, de un crucero de poder adquisitivo y cultural medio alto, buscan sobre todo un producto experiencial, optando por conocer lo típico de cada zona, más allá de visitar sus monumentos", explica la guía de turismo y vicepresidenta de la asociación provincial, Celia Peris, que fue la encargada de acompañar a uno de estos grupos en su viaje por Castellón.

Vídeo: Así ha sido la llegada del primer crucero del año al puerto de Castellón

Un gran dinamizador

Peris destaca que la llegada de cruceros "supone un dinamizador muy importante para la provincia, ya que hay muchos agentes implicados: desde las tiendas, hasta los autobuses, pasando por los guías o los restaurantes", argumenta.

El buque de lujo, con 224 metros de eslora y 353 habitaciones, era visible desde distintos puntos de la capital de la Plana. Más allá de la recepción a los turistas, también tuvo una calurosa bievenida por diferentes autoridades. El presidente de la Autoridad Portuaria, Rubén Ibáñez, fue el encargado de entregar la metopa al capitán, a a vez que destacó que “Castellón empieza a estar en el mapa de los cruceros, muy importante para la interacción puerto ciudad y por la repercusión y el impacto económico de la industria crucerística para el conjunto de la provincia”.

En representación del Ayuntamiento de Castelló, la teniente de alcaldía del Grau, Ester Giner, y la concejala de Turismo, Arantxa Miralles, también hicieron entrega al capitán de una Gaiata en miniatura hecha en cerámica.

Y tras una jornada intensa, el Seven Seas Splendor se despedirá de Castellón entre bailes tradicionales, poniendo rumbo al puerto de Alicante, como estipula su itinerario que arrancó en Barcelona y finalizará en Civitavecchia (Italia). Habrá que esperar hasta el 12 de mayo para recibir a otro crucero en la provincia, según las escalas confirmadas hasta la fecha. Entonces será el World Traveler, de Atlas Ocean Voyages, el que haga parada en Peñíscola, con 196 pasajeros a bordo.