La escapada perfecta: cinco rutas para perderte en Castellón

¿Está pensando en planificar una excursión o escapada de fin de semana? ¿Es un amante de la naturaleza y le gustaría compartir una jornada de ocio en familia o con amigos en un entorno idílico? Si es así, lo tiene fácil, puesto que casi sin salir de casa, la provincia de Castellón le brinda infinitas posibilidades a la hora de vivir experiencias turísticas muy reconfortantes por atesorar una riqueza natural, patrimonial y paisajística incomparable, con rincones que nada tienen que envidiar a los de otros destinos de mayor renombre y pompa a nivel nacional e incluso internacional. Además, la climatología privilegiada durante todo el año, y más en primavera y a las puertas del verano, cierra un círculo perfecto para calificar a Castellón como la escapada perfecta.

La voz de la experiencia

Hace apenas mes y medio, la castellonense Belén Salvador fue nombrada presidenta de CV Activa, la asociación de empresas de turismo activo y ecoturismo de la Comunitat Valenciana. Con 11 años de experiencia en el sector y tras dos legislaturas como secretaria la entidad, Salvador --CEO de la empresa Itinerantur (que fundó junto a su pareja Chema Rabasa) y al tiempo vicepresidenta de la Asociación de Turismo Familiar de la Comunidad Valenciana (Club de producto Tour & Kids) desde hace dos años-- tomó el relevo de Fernando Falomir, quien ha estado al frente de la asociación desde su creación hace ocho años.

Salvador se enfrenta ahora a nuevos retos con los que potenciar el turismo experiencial que proponen las empresas que representa, con los que impulsar todavía más, si cabe, los grandes atractivos de la Comunitat Valenciana y «convertirla en punta de lanza para llevar a nuestro sector a nuevos horizontes todavía por explorar». 

La formación, promoción, desarrollo y puesta en valor del patrimonio de la provincia, impulsando la oferta turística responsable, al tiempo que ofrecer experiencias auténticas y sostenibles a través de sus propuestas como agencia de viajes, en las que cuidan de la biodiversidad y la cultura de Castellón, conforman las señas de identidad de su empresa y proyecto de vida, Itinerantur, integrada por un equipo de profesionales comprometidos, apasionados y conocedores del territorio y que se definen como traductores de paisajes.

A continuación, Belén Salvador, como profesional de solvencia contrastada en el ámbito turístico a nivel provincial y comunitario, recomienda cinco planes de aventura con los que sorprender al viajero y de visita obligada para comprobar todo el encanto y la belleza de una tierra llena de contrastes, orografía singular y gran atractivo.

 «El primer plan lo tenemos en la agenda de este mes, dentro de la campaña de la Diputación de Castellón, que nos llevará el domingo que viene a una ruta familiar que discurrirá por el Parque Natural de la Serra d’Espadà», afirma.

1. Castillo de Benialí y los habitantes del bosque

Esta fortificación ubicada en Aín aparece en lo alto de una montaña, custodiada por pinos espectaculares de entre los cuales sobresale la torre del homenaje entre los restos que todavía se conservan. De origen árabe, fue conquistado por las tropas cristianas a los musulmanes en el año 1238. Por su parte, el casco urbano de Aín, lleno de encanto con numerosas fachadas blancas con toques azulados y coloridas macetas, es de origen árabe-medieval y traslada al visitante a épocas pasadas. Hasta alcanzar el castillo de Benialí, el recorrido por el pequeño ascenso del barranco de la Caritat lleva al viajero a vislumbrar antiguos molinos harineros y su patrimonio hidráulico asociado. Los espacios naturales de Aín son su mayor reclamo, ya que el Parque Natural de la Serra d’Espadà atesora paisajes y especies de gran valor, como el precioso alcornocal y pino rodeno, escenarios perfectos para homenajear a los animales más insignes del lugar y conocer los detalles de la todavía activa industria corchera local.

La siguiente propuesta de Belén Salvador constituye un «plan más fresquito para las calurosas jornadas que se nos vienen encima visitando uno de nuestros ríos más singulares, el Mijares».

2. Las pozas del barranco de Salinas y el Salto de la Novia

Otro lugar de esos que dejan huella en la memoria del excursionista es la visita a las pozas del barranco de Salinas y el Salto de la Novia en Cirat, en plena comarca del Alto Mijares, dos enclaves que llenan el espíritu de belleza y paz. 

Partiendo de la pequeña población de Cirat, el visitante aterriza en poco tiempo en un rincón idílico y embriagador como es la famosa cascada y poza del Salto de la Novia (que no debe confundirse con otro enclave sobresaliente del mismo nombre situado en Navajas, en la comarca del Alto Palancia, y que suele estar más concurrido en verano). Durante el recorrido, si se opta por el camino del mirador (que no es el que llega directamente a la poza), se pueden observar unas increíbles vistas y, en caso de seguir la ruta hacia la parte alta del Salto, un pequeño sendero permite alcanzar otras pequeñas, pero también paradisíacas, pozas superiores. 

Asimismo, partiendo igualmente desde Cirat, se puede optar por descubrir y recorrer el barranco de Salinas, un pequeño cañón calcáreo con otras tantas pozas, marmitas de gigante y pequeños saltos de agua, en los que darse un chapuzón con el que aliviar el calor y el cansancio acumulado. Esta ruta senderista adentra al viajero en un paisaje que enamora.

«El siguiente plan resulta fantástico para cualquier momento del año, pero en estas fechas es todavía más interesante conocer la costa virgen del Mediterráneo».

3. La costa salvaje de Irta

El paisaje del litoral norte del Parque Natural de la Serra d’Irta, dominado por imponentes acantilados, calas de ensueño con aguas cristalinas y bellas montañas, es otro de los puntos geográficos claves en la provincia que nadie puede perderse. Según Belén Salvador, en la ruta que propone se pueden desvelar los secretos del patrimonio pastoril y el sorprendente entorno del Mas del Senyor. Y en su visita, recomienda al visitante un recorrido por el que poder descender por el barranco de Irta hacia la denominada colada del Pebret. 

En la parte litoral, asimismo, se puede transitar por toda la costa sur desde la microrreserva de flora de la duna del Pebret hasta la de los acantilados de la torre Badum, ubicada a casi 100 metros de altura sobre el nivel del mar. Y desde este elevado emplazamiento, las vistas de toda la costa virgen, en un lado, y de Peñíscola, en la otra dirección, dejarán al viajero absolutamente deslumbrado.

«Otra de las actividades que nos encanta guiar es la de los olivos milenarios en el municipio de Canet lo Roig, un patrimonio que resulta único en el mundo que tenemos en nuestra provincia y que no muchos conocen», expone Belén Salvador.

4. Los olivos milenarios

La comarca del Baix Maestrat aglutina la mayor cantidad de olivos milenarios de Europa. Estas eminencias de la naturaleza, injertadas desde tiempos de los íberos, siguen dando su mejor fruto a día de hoy tras haber superado todo tipo de adversidades climatológicas y humanas. La propuesta de Salvador, en este plan, es recorrer el mosaico de la tríada mediterránea atravesando campos llenos de auténticos monumentos vivos y visitar fuentes como la Fontanella o ermitas escondidas como la de Santa Isabel, donde poder realizar una cata guiada de aceites vírgenes. Toda una experiencia para los sentidos con la que forjar estrechos lazos con la madre Naturaleza.

«Y acabamos la propuesta con un plan familiar en un espacio protegido que tenemos muy cerca pero del que no se suele conocer la vertiente que mira al interior».  

5. La cara oculta del Desert de les Palmes

El Parque Natural del Desert de les Palmes, en Benicàssim, es un espacio pequeño en extensión pero gigante en biodiversidad. Y el encanto se palpa ya en los alrededores de la ermita de les Santes, «lo más parecido a una selva que tenemos en la comarca». Rarezas botánicas, geológicas como las pizarras del paleozoico, microrreservas de flora y vistas de vértigo son algunos de los grandes valores de esta joya del turismo sostenible, que puede patearse a través de una ruta senderista circular.