Tradicional y secular estampa del Sábado Santo en Castellón, la subida a su urna de la imagen del Sant Sepulcre que estuvo ayer expuesta a los fieles tras la procesión del Santo Entierro en su capilla de la Confraria de la Sang.

Centenares de castellonenses y, en un ambiente de recogimiento y oración, se acercaron hasta el oratorio penitencial de la plaza María Agustina para mostrar su veneración a la valiosa talla escultórica del siglo XVII de autor anónimo y que es el epicentro de las devociones de la Semana Santa de la ciudad.

La pujà a la urna precedió al traspaso de poderes de los clavarios de la hermandad 2018, Joaquín Rambla y Gemma Alós; Manuel Rodríguez y Salomé Pradas y Miguel Arrufat y Maite Conesa al presidente de la cofradía, José Joaquín Bennassar y al tesorero, José Luis Breva, a la espera de elección de nuevos clavarios.