La borrasca Filomena todavía mantendrá hoy a Castellón en alerta roja por riesgo extremo de nevadas, aunque se prevé que amaine esta tarde --a partir de las 14.00 horas--, hasta remitir mañana. Los copos cayeron ayer muy cerca de la costa con estampas para el recuerdo en la Serra d’Irta junto a Peñíscola o Alcalà de Xivert; o en la Serra d’Espadán, en Eslida o Artana. El espesor del manto blanco alcanzó cotas de más de 35 centímetros en Morella (Els Ports); y de hasta 50 en El Toro (Alto Palancia).

El parte de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) es de «lluvias localmente fuertes» y cota de nieve «entre 600 y 900 metros; y puntualmente, de 300 a 500 metros, en el interior», donde llegarán las heladas y las temidas placas de hielo en la carretera.

El catedrático de Climatología de la UJI, José Quereda, valoró ayer que «la borrasca comienza su desplazamiento hacia Baleares e Italia, determinando que los efectos meteorológicos vayan debilitándose con respecto a los del sábado. Desde el lunes las temperaturas máximas vuelven a alcanzar y superar los 10 ºC en la costa», donde se suavizan. Pero añadió que «en el interior persistirá más el frío, con mínimas de 2 ó 3 grados durante la primera parte de la semana próxima (hasta el jueves), permitiendo conservar los mantos de nieve». Simultáneamente, agregó, «bajarán las precipitaciones e incluso podrían desaparecer hoy en ciertos momentos». En general será una jornada «donde las nevadas intensas irán remitiendo y elevando su nivel a 500-600 metros, si bien hasta la madrugada del domingo-lunes son previsibles y decrecerán las rachas de viento». Para Quereda, «siendo estas nevadas espectaculares, los valores térmicos han quedado muy distantes de las dos grandes heladas históricas de la Comunitat: en la de enero del 1946, Castellón llegó a -5,4 ºC; y en febrero de 1956, -7,3 ºC., un valor que en Sant Joan de Penyagolosa daba -19 ºC».