Castelló desbloquea la residencia de la calle Onda y ultima la licencia

El inicio de las obras de la residencia para mayores de la calle Onda es cuestión de días.

El Ayuntamiento de Castelló ultima ya la aprobación de la licencia municipal que permitiría el comienzo de estos trabajos (desde conselleria de Bienestar Social apuntan que el permiso podría estar esta misma semana mientras que desde el consistorio afirman que «en breve») después de siete años de inacabables gestiones tanto por parte de la administración local como de la autonómica.

Mientras llega de forma inminente esta autorización por parte del consistorio, desde la conselleria que dirige Susana Camarero trabaja en resolver la tramitación administrativa de la dirección de obra. Este es el último documento necesario para que el edificio, anunciado en 2016 por la entonces consellera Mónica Oltra, comience a ser una realidad en el solar de la calle Onda que en la actualidad está ocupado por un huerto urbano.  

«Desde el Ayuntamiento siempre hemos defendido esta residencia y es una prioridad para el equipo de gobierno de Carrasco», afirmaron fuentes municipales. Castelló y sus vecinos «necesitan este espacio y el anterior gobierno nos dejó todavía el solar sin ningún edificio», remarcaron desde el consistorio.

Los detalles

Llop-Gimecons es la UTE responsable de la próxima construcción del recinto para mayores que cuenta con un presupuesto de 14,2 millones de eurosy que se prolongará por espacio del, al menos, año y medio, por lo que no entrará en servicio hasta 2026 en el caso de que se cumpla el plazo previsto.

El nuevo edificio de la calle Onda se levantará en una parcela que mide algo más de 3.700 metros cuadrados y contará con dos departamentos diferenciados. Uno contendrá exclusivamente el geriátrico con aforo para 80 usuarios, mientras que el otro será el centro de día para 40 personas, que tendrá el acceso desde la calle Ribelles Comín. La edificación, dependiente de la Conselleria de Bienestar Social, tendrá cinco plantas y un sótano.

Los módulos de convivencia de la residencia largamente reivindicada por el Ayuntamiento y cuyas gestiones comenzaron con el Acord de Fadrell, ofrecerán a los residentes dos tipos de habitaciones ya que unas serán individuales y otras dobles. Además, cada espacio tendrá una pequeña cocina office independiente y habrá también baño accesible; un comedor, para realizar talleres de cocina en los que podrán participar los residentes, además de una sala de estar como espacio abierto y vinculada a una terraza.

Suscríbete para seguir leyendo