El CD Castellón destila ilusión por todos los poros de la piel albinegra. La temporada del Centenario comienza cargada de optimismo. La atmósfera que rodea Castalia ha experimentado un giro radical con la llegada del nuevo propietario Bob Voulgaris. El canadiense ha llegado con ganas de apostar fuerte para armar un proyecto que en cinco o seis años pueda aspirar a estar entre los grandes del fútbol español. Sin vender humo, pero con acciones de peso y dando los primeros pasos para la transformación del Castellón en un club profesional después de ejecutar la compra de la entidad a Vicente Montesinos.
La inversión para la confección de la nueva plantilla ha experimentado un incremento de aproximadamente un 30% en esta primera ventana de fichajes del mercado de verano. Y en apenas 10 días ha efectuado hasta siete incorporaciones bajo la supervisión de David Reddin, pero con los informes del trabajo que ya había efectuado la secretaría técnica del club albinegro con Fernando Gómez Colomer al frente.
17 licencias de más de 23 años
Bajo la premisa que marca la reglamentación de la Primera Federación para la inscripción que limita a 17 licencias de futbolistas mayores de 23 años el tope máximo, teniendo que completar el resto de la plantilla con jugadores sub-23 (nacidos a partir del año 2000), el Castellón ha llegado a acuerdos con hasta siete jugadores, pero guardándose hasta tres fichas para contrataciones de un perfil alto para la categoría que acabarían completando una gran plantilla para luchar por el ascenso a Segunda División.
Un delantero, un lateral y un hombre de banda con desequilibrio son las tres posiciones que pretende reforzar David Reddin, uno de los hombres de confianza de Bob Voulgaris y que se encarga del área deportiva en el Castellón, para dar todavía un salto más de calidad a la plantilla.
Al margen, el club ya ha hecho oficial los fichajes del lateral derecho Manu Sánchez (Unionistas Salamanca), el defensa central Óscar Gil (Amorebieta), el delantero Dani Romera (Ponferradina) y los mediocentros Josep Calavera y Cristian Rodríguez (Deportivo y Ponferradina, respectivamente). Cinco jugadores a los que el club ya ha dado carácter de oficialidad, pero a los que se unirán el defensa Iago Indias, que ya estuvo en Segunda A con el Castellón y que militó en el Sabadell la pasada temporada; así como el guardameta senegalés internacional sub-20 Cheikh Kane Sarr (Nàstic de Tarragona), que el técnico Rubén Torrecilla conoce de su etapa al frente del filial del Granada.
El Castellón ha apostado por un perfil de jugador en varios casos con pasado en Segunda División y en un rango de edad en el que todavía pueden aspirar a progresar en su carrera deportiva, es decir, que llegan con ambición al equipo albinegro.
Y, salvo el caso de Calavera, las incorporaciones que ha efectuado la nueva propiedad llegan con contratos por dos temporadas.
A pesar de que la venta del Castellón se dilató en el tiempo y generó una estado de nerviosismo en la afición albinegra, la dirección deportiva ha actuado con rapidez y diligencia para confeccionar una nueva plantilla, que coloca al equipo de Torrecilla entre los serios aspirantes a ocupar las cinco primeras posiciones que dan derecho al ascenso directo y a disputar la promoción de ascenso a Segunda División A.
