Castellón-Ibiza: 'la madre de todos los pulsos' entra en una nueva dimensión

Ha habido victorias, esta temporada (y han sido ya 17), que se han celebrado menos que la derrota in extremis del Ibiza en Linares, que había llegado a empatar en el minuto 91. Un empate que descabalgaba al CD Castellón de un liderato que ocupa desde hace ya más de media temporada (desde el 17 de septiembre), pero que lleva un par de semanas en serio riesgo de perder. Y es que el pulso con el Ibiza ha entrado en una nueva dimensión, alimentado por el peculiar cruce de declaraciones entre los dos entrenadores (y, a la postre, portavoces) de las últimas semanas, en las que tratan de sacudirse la presión para traspasársela al otro, todavía vigilándose de lejos hasta que se vean las caras y se jueguen el ascenso directo el 12 de mayo al mediodía, en el Estadio Castalia.

Los albinegros, en su momento más delicado del ejercicio, resiste en lo más alto. Solo es por la diferencia de goles (tres a su favor, respecto a los pitiusos), pero es lo que cuenta, al fin y al cabo, hasta ese partido de dentro de algo más dos meses, cuando cuenta también el 2-0 del Palladium Can Misses, disputado a finales de noviembre.

Alivio a la hora de la paella

Después del pitido final en Mérida, la impresión general era que el primer puesto del Castellón escribía un punto y aparte. Sí, el Ibiza tenía un partido en un hábitat similar al de los albinegros, en casa de un equipo que peleaba por no descolgarse peligrosamente, pero con un simple punto cambiaba el orden del grupo 2 de Primera Federación. No había más que ver cómo celebraron el 1-1 de Álex Gallar, aunque el posterior de Álvaro Vázquez (minuto 93) dejó, a los celestes, compuestos y sin liderato. 

Si el Castellón no está bien (dos puntos de nueve), el Ibiza tampoco está boyante. Tuvo dos encuentros seguidos en casa, contra rivales de la parte baja: apenas un 1-0 al colista y ya desahuciado Recreativo Granada y 0-0 contra el Atlético Sanluqueño, más la sorprendente derrota en Linarejos.

Y este domingo, nuevo capítulo del cara a cara, otra vez a la misma hora (mediodía) y muy cerca el uno del otro y frente a rivales clasificados uno detrás del otro, de nuevo en zona de descenso a Segunda Federación: Atlético Baleares-Castellón e Ibiza-Mérida.

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Lo que dijo Schreuder...

El pasado jueves, cuando a Dich Schreuder le preguntaron por el Ibiza, recordó una anécdota de semanas atrás, cuando estaba de concentración en un hotel de Málaga. «Puse su partido y marcó un gol, así que me dije: no lo vuelvo a ver», bromeó. «Con todo el respeto --prosiguió el neerlandés--, tenemos que centrarnos en lo nuestro, en nuestro equipo y en nuestros partidos», rubricó. «Es lo que transmito a los jugadores».

La respuesta de Romo

Horas después, Guillermo Fernández Romo, entrenador del conjunto balear, despachaba de forma sorprendente una pregunta sobre si tenía pensado ver el Mérida-Castellón del día siguiente.

«Únicamente tendría sentido, por el Mérida, que es el próximo rival», de los celestes, refiriéndose a de esta próxima jornada. «No me importa ni miro lo que hace el Castellón, no sabía que jugaba mañana», ahondaba Romo en las llamativas declaraciones, a raíz de enterarse, por los periodistas, de que los albinegros jugaban a las seis de la tarde. «Nos pilla en el autobús de camino a Linares», zanjaba el entrenador madrileño, amigo íntimo del exalbinegro Óscar Cano, del que fue segundo durante varias temporadas (entre el 2011 y el 2015), en el filial del Betis, Alcoyano o Melilla. 

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