´Tris-tras, llonganissa menjar s/ tris-tras, o amb l´espasa morir s´... Este texto forma parte de una cancioncilla que los escolares de Burriana entonan el día 6 de diciembre por la celebración de Sant Nicolau, fecha (adelantada ayer debido al puente) en la que, provistos de espadas elaboradas con cartón o madera, viven una jornada lúdica donde se acostumbra además merendar un bocadillo de longaniza. Se trata de una tradición muy arraigada en los centros escolares año tras año, aunque ya desde algunos sectores educativos se viene planteando la posibilidad de eliminar de esa jornada una estética de violencia como es el uso de espadas por parte de los niños en las aulas. De hecho, determinados centros evitan confeccionar las ´armas´ con el objeto de no incitar a la violencia gratuita entre sus alumnos. En este mismo proceso algunas voces van más lejos y plantean modificar el menú cárnico del ´berenar´ popular, que viene a rememorar la tesitura en la que en otros tiempos se ponía a los moriscos: comer carne de cerdo o pasar por la espada. Así las cosas, cabe definir si perdura la tradición cargada de inocencia infantil, sin más interpretaciones, o cambia la puesta en escena.

Periodista.