Coronado por el castillo del Papa Luna, el casco antiguo es el principal símbolo de Peñíscola, pero en los últimos años se ha notado menor actividad en la zona. Para ello, desde el consistorio se quieren llevar a cabo una serie de actuaciones, como la adquisición de viviendas para que después de restauradas puedan ser visitadas por los turistas.

En el interior de estas viviendas se plantea la idea de recopilar los oficios y tradiciones más arraigados en la ciudad, dando nuevas opciones de ocio cultural.