Las retenciones de tráfico son cada día más numerosas. Las colas afectan a la carretera de Vila-real y también al camino de Onda. Es un proceso que se repite cada día, a partir de las 19.00 horas. La solución hasta la fecha no la tiene nadie. A todo esto, aún no ha llegado el verano. A partir de mayo, cuando los vecinos de Vila-real se desplacen a la zona marítima de Burriana, el problema será aún mayor, como ocurrió el pasado verano.

Uno de los atractivos de la localidad para los pueblos del interior es lo rápido que se llega a la playa, excepto en horas punta. Todo está en impulsar los proyectos de nuevos accesos que ya están desde hace tiempo sobre el papel.