Después de más de un año en blanco, mañana lunes está previsto que se reúnan el párroco de la iglesia de El Salvador de Burriana, Pedro Cid; y el concejal de Cultura, José Ramón Calpe, con los responsables de la Dirección General de Patrimonio para dar otro impulso a las obras de rehabilitación de la Iglesia de El Salvador gracias al respaldo económico de la Fundación Caja Madrid.

Lo que más preocupa a los responsables de la Iglesia es toda la canal que recoge las aguas de la cubierta de la nave principal que va a desembocar a la zona de la portada de la capilla de la Comunión, donde hay una gran cantidad de filtraciones entre los sillares. Prueba de ello son las goteras y humedades en la parte interior, y las grietas provocadas por la erosión del agua en la fachada.

Otra muestra de la constante presencia de agua es la abundante vegetación que crece entre las juntas, cosa que no sucede en los demás pórticos del edificio eclesiástico.

Diez años

El próximo mes de febrero se cumplirán diez años de la firma del protocolo para la puesta en valor de este edificio construido por Jaume I, considerado la primera muestra del gótico valenciano, y que fue declarado Monumento Histórico Artístico Nacional en 1969. Un documento que firmaron el alcalde de Burriana, Alfonso Ferrada; el presidente de la Diputación, Carlos Fabra; el entonces conseller de Cultura, Fernando Villalonga; y el obispo José María Cases.

Lo dos objetivos básicos de aquel acuerdo eran dejar exento el ábside del templo suprimiendo la casa abadía, construida en el siglo XIX y la rehabilitación de todo el techo de la Iglesia, ya que la restauración acometida tras la guerra civil se realizó con los materiales disponibles en aquella época, como raíles de tren, que precisan ser sustituidos, tal y como ya reconocía en 1996 el arquitecto redactor del proyecto, Francisco Taberner. Ambos objetivos, a día de hoy, todavía no se han cumplido.

La cubierta, tal y como está actualmente, crea fuertes empujes sobre los muros creando un desequilibrio perjudicial para la nave que se puede apreciar en las grietas que se encuentran ahora en la fachada y en el interior del templo. Por esa razón, el edificio requiere una actuación urgente ante el mal estado que se puede apreciar.