Las exhibiciones taurinas de Vila-real culminaron ayer con la suelta y posterior embolada de dos astados y el buen sabor de boca entre los aficionados como balance de una semana en la que los bous de carrer han cobrado gran protagonismo.

El presidente de la Comissió d´Actes taurins, Alfonso Romero, hizo una valoración "positiva" de las celebraciones, así como del resultado de los astados exhibidos. En este sentido, Romero hizo hincapié en el éxito del I concurso de emboladores, así como de la VI edición de la competición de ganaderías. El presidente de la Comissió d´Actes Taurins no dudó en agradecer "el buen comportamiento de los recortadores, así como su trabajo con los animales" y destacó la gran afluencia de aficionados que durante toda la semana han llenado la vila de Vila-real.

Respecto a los toros exhibidos en la tarde de ayer, cabe destacar el ejemplar de Fernández Palacios patrocinado por el Ayuntamiento que, tras una bonita salida, recorrió las calles del recinto taurino respondiendo a los cites de los recortadores. El toro dio problemas para entrar en los corrales y tuvo que ser enlazado. Sin embargo, el segundo de la tarde, de la ganadería de Concha y Sierra, no dio el juego esperado y salió algo flojo de los corrales desde un primer momento.

Por otra parte, ayer se celebró, en el patio del antiguo colegio Pío XII, el último de los tres macrosopars de germanor que la Comissió de Penyes había previsto para estas fiestas. El de anoche fue el más concurrido, ya que casi 600 personas cenaron y disfrutaron de la orquesta Canaima.

El presidente de la Comissió de Penyes, Antonio Carmona, valoró de forma "muy positiva" la experiencia de los tres macrosopars y en la que "más de 1.500 personas han cenado". Además, el representante de los peñistas valoró "el buen comportamiento de todas las peñas, que lo han pasado en grande".