El Ayuntamiento de Burriana ha exigido a los adjudicatarios de los chiringuitos que aporten un nuevo estudio acústico a raíz de las deficiencias detectadas tras las alegaciones presentadas por el vecino denunciante, que ha llevado al alcalde, José Ramón Calpe, a los tribunales.

Asimismo, el Ayuntamiento tiene la intención de realizar una auditoría acústica del entorno del Arenal para demostrar que con la pantalla que se instalará, con los limitadores de sonido y la dirección que se pretende dar a los bafles de los locales, se aminorarán significativamente las molestias por la música.

Cabe recordar que, pese a que la apertura de los chiringuitos está en el aire, sus propietarios ya han iniciado la instalación. Además, tal y como anunciaba ayer Mediterráneo, la intención de los responsables municipales es otorgar una licencia de actividad para que puedan abrir el primer fin de semana de julio.

Y es que el denunciante está dispuesto a agotar todos los plazos para que el tema se prolongue lo máximo posible, de forma que las esperadas licencias se aplazarían por más tiempo, haciendo inviable el proyecto empresarial de los propietarios.