El Ayuntamiento de Burriana recibirá el informe de aprobación de impacto ambiental que autoriza el traslado de la reserva de galápagos que habita en Sant Gregori el próximo día 30 de diciembre, lo que dará vía libre a la aprobación de la reparcelación anunciada hace más de un año y, por tanto, sitúa más cerca el inicio de los trabajos de urbanización de la superficie de este ambicioso proyecto urbanístico.

El alcalde, José Ramón Calpe, y el concejal de Urbanismo, Javier Perelló, se entrevistaron el martes con el conseller de Medio Ambiente, Juan Cotino, para insistir en el asunto de las tortugas, que ha estado presente en las reuniones del último año pues, según los técnicos municipales, es el principal escollo para aprobar la reparcelación, aunque no lo veía así el informe externo elaborado por la abogada Amparo Baixauli.

Hasta ahora, las autoridades autonómicas no habían decidido dar su aprobación al plan que proponían el urbanizador y el consistorio de desplazar a los galápagos al parque de ribera ubicado junto al Clot de la Mare de Déu.

Finalmente, el criterio que se va a imponer es el de la resolución adoptada por Conselleria en el 2007, que daba por buena esta opción, pese a que en los últimos meses las autoridades autonómicas habían reclamado alternativas y estudios a esta solución.

Y es que Sant Gregori es el principal objetivo de la presente legislatura y cuenta con el respaldo unánime de todos los partidos de la corporación municipal.

RESERVA // En febrero del 2006, ya se hablaba de la existencia en la zona de una reserva de galápago europeo (Emys orbicularis) y se descartaba que su presencia supusiera paralización alguna en la tramitación del plan urbanístico.

Tal circunstancia, explicaron los promotores y el propio Ayuntamiento, está prevista en el proyecto de urbanización que se sometió a información pública el 2 de noviembre del 2005, creando un hábitat específico para el desarrollo y proliferación de estas tortugas, de 70.000 m2, dentro del parque de ribera de 345.000 m2 previsto en el proyecto de Sant Gregori, entre el Clot y el campo de golf, cuyos lagos, con una superficie de unos 140.000 m2, también serán un hábitat idóneo para esta especie autóctona. H