Morella se tiñó ayer de rojo. Y es que la Degolla, el principal acto de la víspera del Corpus de la ciudad, que este año alcanza su 653º aniversario, reunió a un buen número de pequeños armados con sus sables y con ganas de fiesta.

Unos niños y niñas que intentaban dejar marca de su paso a todas las personas que se cruzaban, así como teñirles de naranja, como si fuera sangre, ya que, en las armas depositaban azafrán que, antes, mezclaron con agua.

La Degolla es la conmemoración del degüello de los Santos Inocentes por el Rey Herodes, combinado con tres pasajes más del Antiguo y Nuevo Testamento de la Biblia. El capitán de els degolladors, el Tio de la caldereta, l’Angelet de l’Estrella, Els Reixos y Sant Josep, la Mare de Déu y la burreta son los personajes que completan la concurrida comitiva que recorre la mayoría de las calles de la población.

La jornada de ayer se cerró con un animado pasacalle con la participación del grupo de Gaiteros de Morella, junto a los gigantes y cabezudos, que realizaron los bailes típicos al ritmo de las tocatas del fandango o del traspasset.

Hoy domingo se lleva a cabo el principal acto del Corpus de Morella, la solemne y tradicional procesión general que cuenta con la presencia de más de 150 personajes y cuadros bíblicos en una jornada muy arraigada. H