El Consorcio del paisaje protegido de la desembocadura del Millars, formado por los ayuntamientos de Almassora, Burriana y Vila-real, realizará un riego extraordinario coincidiendo con la llegada del estío, cuando el aumento de las temperaturas afecta a la conservación de la zona.

Así lo confirmó ayer el concejal de Medio Ambiente de Burriana, Juan Granell, ciudad que ostenta la presidencia del ente. Tal y como explicó, desde la institución se solicitó a la Confederación Hidrográfica del Júcar una aportación de agua para el cauce, después de una reunión de trabajo con los técnicos de los tres municipios.

De este modo, tras hacer efectiva la petición a la CHJ, la medida prevé desarrollarse durante las próximas semanas con la finalidad de que el agua permita la regeneración de este espacio protegido, así como la conservación de su fauna y flora. Granell aseguró que la misma petición ya se realizó el año pasado en esta misma época e incidió en que desde el consorcio se está al tanto de la situación en la que se encuentra la desembocadura del Millars a través de encuentros periódicos.

Esta era una de las exigencias del Bloc de Almassora, que pedía una actuación “de forma urgente” tras realizar una inspección ambiental. Según evidenciaron durante su ruta, en varios tramos no había agua o el nivel de oxígeno de la embalsada era muy bajo o casi inexistente, lo que supone un “riesgo de muerte alarmante para las especies del cauce”, apuntó su portavoz, Xavier Trenco.

También han solicitado la adecuación del tramo entre las Reballadores y la fábrica de borra, de forma que la pista ambiental que se inicia en la desembocadura llegue hasta la Mare de Déu de Gràcia de Vila-real, sin interrumpir el trazado, y crear un recorrido ambiental de 10 kilómetros. H