El sector gasista se muestra crítico con el proyecto del Castor. Consideran que, en tiempos en los que la demanda de este producto ha caído, coincidiendo con la crisis económica, la inversión de 1.300 millones de euros en un almacén subterráneo y la planta terrestre de Vinaròs no resulta necesaria por el encarecimiento que ha provocado al producto.

En tan solo un año, los peajes y cánones del sistema se han incrementado en un 9,4% y todavía no se contabiliza el gasto en este proyecto.

Para tratar de equilibrar esta factura, el Gobierno ha suspendido la autorización administrativa de varias instalaciones de transporte y plantas de regasificación, además de la puesta en servicio de nuevas plantas peninsulares en construcción de este tipo de energía, según recoge el informe elaborado por la Comisión Nacional de la Energía.

También el sector del azulejo advierte de que es “innecesario” este almacén de gas. Desde la patronal cerámica Ascer denuncian que el sistema gasistico español “está sobredimensionado” sobre todo desde que ha entrado en funcionamiento el segundo gaseoducto de Medgaz (que une la Península con Argelia) “al tiempo que se mejoran las conexiones también con Europa y Rusia a través de Francia”.

Estas noticias son totalmente contradictorias a la puesta en marcha del proyecto Castor, que ha supuesto una gran inversión económica. H