El próximo lunes comenzarán las obras de mejora y conservación en el poblado ibérico del Puig de la Nao, el principal yacimiento arqueológico de la zona y uno de los recursos turísticos de Benicarló. Los trabajos, que tienen un presupuesto de 16.211 euros, irán a cargo de la empresa Flos Habitatge.

La concejala de Cultura, Nieves Eugenio, y el gerente de la mercantil, Fabián Flos, explicaron ayer, in situ, en qué consistirán las actuaciones previstas. “Los primeros trabajos que se acometerán serán para desviar el agua de lluvia a través de la construcción de un bordillo de 20 metros de longitud por uno de anchura que recogerá el agua y la desembocará fuera del poblado. Con ello, se evitará en gran medida el deterioro que produce la escorrentía en los muros y paredes, especialmente, en la parte inferior, al encontrarse ubicado en una pendiente”, explicó la edila.

Con el fin de reforzar la seguridad en el recinto, se instalarán dos vallas metálicas de 20 metros y 30 metros, respectivamente, y se sustituirán los elementos más deteriorados de los miradores de madera. Asimismo, se construirán pasarelas para facilitar el acceso a la zona de extramuros que se excavó el año 2011 y que, en la actualidad, no es transitable. “Desde ese lugar los visitantes podrán contemplar la muralla exterior en su totalidad”, indicó.

Además, se rehabilitará por completo la casa que se encuentra en la zona más alta del poblado. “La madera de los pilares está muy afectada por la carcoma y hay partes del techo, confeccionado con barro y paja, tal y como se hacía en esa época, que se han hundido debido al efecto de las fuertes lluvias”, señaló Flos.

Está previsto que las actuaciones se alarguen un mes y medio, un periodo durante el cual el poblado continuará abierto.

Estas mejoras forman parte de los trabajos de mantenimiento que periódicamente se llevan a cabo en el poblado para que esté en perfectas condiciones, tanto por su valor cultural y arqueológico como por el interés turístico que tiene este enclave. H