La Asociación Amics de la Valltorta-Gassulla, conformada por un centenar de vecinos de la zona y amantes del arte rupestre, ha mostrado su gran satisfacción por esta protección del parque cultural como BIC. “Era un reconocimiento que se esperaba desde hacía tiempo. Ahora, es necesario habilitar barrancos y los caminos tradicionales para potenciar el turismo cultural, vinculado al deporte, la salud o la gastronomía”, ha explicado la presidenta del colectivo, Càrol Allepuz. Esta apasionada de las pinturas prehistóricas del interior de Castellón espera que las inversiones, que debe llevar aparejado el nuevo plan de dinamización, reviertan económicamente en los vecinos de la zona.

“Este arte necesita una gran explicación para ser valorado. Los extranjeros que lo visitan lo aprecian más que la gente de la provincia”, ha lamentado Allepuz, quien ha explicado que el perfil de las personas que acuden a disfrutar de las pinturas rupestres son turistas culturales, de un poder adquisitivo medio alto. Una gran parte de los extranjeros que viajan hasta la Valltorta están pasando sus vacaciones cerca, en Peñíscola.

Esta asociación realiza durante todo el año diversas actividades para dar a conocer las pinturas rupestres, como charlas, estudios o talleres de pintura y manualidades destinados a los más pequeños de la casa. H