La empresa concesionaria de la piscina de Sant Josep asegura que el cierre de la infraestructura fue por «fuerza mayor» y desmiente al equipo de gobierno de la Vall d’Uixó, que aseguró que no había recibido ninguna notificación de la firma y que han abierto «el procedimiento jurídico que les permita actuar de acuerdo a la ley tras el abandono unilateral», como publicó ayer este periódico.

La mercantil Formula Riu, a través de un comunicado, manifestó ayer que «se puso en conocimiento del consistorio mediante escrito que en la adaptación de la precampaña estival se acentuaron las deficiencias de la piscina por su mala ejecución, hecho que iba a provocar la necesidad de realizar unas obras de acondicionamiento y mejora sobre las mismas, dadas las fugas de agua importantes que existen» Y así «se avala en el informe técnico realizado que se aportó como en el escrito», recoge la respuesta.

Por ello, realizaron unas ligeras reparaciones sobre dichas grietas para intentar solucionar la apertura en este verano y fue abierta en julio. «El consistorio es conocedor de los hechos, habiendo acudido los técnicos del mismo para confirmar el texto presentado y la realización de sus correspondientes informes».

No obstante, la compañía afirma que las reparaciones no pudieron atenuar las fugas y se registró «una pérdida diaria de agua de 100 m3, más los productos químicos de tratamiento, unido al sobreesfuerzo de las máquinas de ese tratamiento, que hace inasumible su coste económico».

cese temporal // Llegado este extremo, insisten en que comunicaron al Ayuntamiento las circunstancias que pudieran provocar el cese temporal. Es más, afirman que «desde hace semanas es conocedor». «Al concesionario le consta la preocupación de la corporación municipal, hecho que ha provocado reuniones entre las partes, la ultima de ellas, hace exactamente una semana en el edificio consistorial», añade el comunicado de la firma, que ya no ve viable la apertura de la piscina hasta el verano del 2020.