La Asociación para la Defensa de la Naturaleza al Sur de Valencia (ADENSVA) lamenta la muerte por electrocución de otra águila perdicera en la Comunitat Valenciana, en este caso en Ribesalbes. Esta asociación denuncia que la Sierra de Espadán, que forma parte de la Red Natura 2000, está catalogada como Zona de Especial Protección para las Aves, algo que “debería bastar para impedir que las aves murieran en los tendidos eléctricos que la atraviesan”.

Sin embargo, gran parte de las instalaciones eléctricas de estos parajes, denuncian, “siguen sin adaptarse a la legislación vigente desde hace más de una década, consiguiendo ser un auténtico sumidero de biodiversidad. Desde 2011 a la actualidad se han localizado un total de 5 águilas culebreras, 3 águilas perdiceras y todo un elenco de aves rapaces entre búhos reales, ratoneros, milanos negros, azores etc, electrocutados”.

En la periferia de los límites de esta zona protegida, rodeando los embalses de Sitjar y María Cristina, existe designada un área prioritaria para la protección de avifauna frente a líneas eléctricas, que aglutina el mayor número de electrocuciones de la zona según confirman desde Adensva.

La asociación pide por tanto más protección en estos territorios, pues tras analizar las principales causas de degradación de estos enclaves o incluso teniendo identificados los factores de mortalidad más fácilmente abordables, “no se dictan medidas eficaces para impedir que se sigan degradando estos espacios o que desaparezcan de ellos las especies que motivaron su declaración”.

La menguante población de águila perdicera en la Comunitat Valenciana, aseguran, es claro ejemplo de ello, con una reducción superior al 30% desde 2005, con una población que no supera las 66 parejas y con un territorio repleto de infraestructuras que las van matando a un ritmo alarmante. Sus efectivos desaparecen bajo la indiferente mirada de una administración que debería estar tomando cartas en el asunto de manera contundente.

Las causas de mortalidad de las águilas perdiceras son las siguientes: 57% electrocuciones/colisiones en tendidos eléctricos que incumplen la legislación vigente, 11% ahogamientos en estructuras de retención de agua, 8% disparos y un 5% envenenamientos.