Sarita participó en una espectacular sesión de fotos de Albert Renau, en una entrevista de la revista Bous al Carrer, en una finca de Algimia de Almonacid, con el toro Buenasombra de Sánchez de Ybargüen, propiedad del recortador Cristian Blanco. Un astado bravo que, debido a su nobleza, su propietario anterior le acariciaba desde fuera del cerrado y le daba comida con la mano y, poco a poco, el animal le dio confianza y tras el tiempo consiguió el milagro de dejar que las personas se le acerquen, le acaricien y hasta le monten encima. Un milagro de la naturaleza que llega a permitir estas relaciones siempre que las condiciones lo permitan.
Sarita y 'Buenasombra', en la finca de Algimia de Almonacid
Albert Renau
Sarita participó en una espectacular sesión de fotos de Albert Renau, en una entrevista de la revista Bous al Carrer, en una finca de Algimia de Almonacid, con el toro Buenasombra de Sánchez de Ybargüen, propiedad del recortador Cristian Blanco. Un astado bravo que, debido a su nobleza, su propietario anterior le acariciaba desde fuera del cerrado y le daba comida con la mano y, poco a poco, el animal le dio confianza y tras el tiempo consiguió el milagro de dejar que las personas se le acerquen, le acaricien y hasta le monten encima. Un milagro de la naturaleza que llega a permitir estas relaciones siempre que las condiciones lo permitan.
Sarita y 'Buenasombra', en la finca de Algimia de Almonacid
Albert Renau
Sarita participó en una espectacular sesión de fotos de Albert Renau, en una entrevista de la revista Bous al Carrer, en una finca de Algimia de Almonacid, con el toro Buenasombra de Sánchez de Ybargüen, propiedad del recortador Cristian Blanco. Un astado bravo que, debido a su nobleza, su propietario anterior le acariciaba desde fuera del cerrado y le daba comida con la mano y, poco a poco, el animal le dio confianza y tras el tiempo consiguió el milagro de dejar que las personas se le acerquen, le acaricien y hasta le monten encima. Un milagro de la naturaleza que llega a permitir estas relaciones siempre que las condiciones lo permitan.
Sarita y 'Buenasombra', en la finca de Algimia de Almonacid
Albert Renau
Sarita participó en una espectacular sesión de fotos de Albert Renau, en una entrevista de la revista Bous al Carrer, en una finca de Algimia de Almonacid, con el toro Buenasombra de Sánchez de Ybargüen, propiedad del recortador Cristian Blanco. Un astado bravo que, debido a su nobleza, su propietario anterior le acariciaba desde fuera del cerrado y le daba comida con la mano y, poco a poco, el animal le dio confianza y tras el tiempo consiguió el milagro de dejar que las personas se le acerquen, le acaricien y hasta le monten encima. Un milagro de la naturaleza que llega a permitir estas relaciones siempre que las condiciones lo permitan.
Sarita y 'Buenasombra', en la finca de Algimia de Almonacid
Albert Renau
Sarita participó en una espectacular sesión de fotos de Albert Renau, en una entrevista de la revista Bous al Carrer, en una finca de Algimia de Almonacid, con el toro Buenasombra de Sánchez de Ybargüen, propiedad del recortador Cristian Blanco. Un astado bravo que, debido a su nobleza, su propietario anterior le acariciaba desde fuera del cerrado y le daba comida con la mano y, poco a poco, el animal le dio confianza y tras el tiempo consiguió el milagro de dejar que las personas se le acerquen, le acaricien y hasta le monten encima. Un milagro de la naturaleza que llega a permitir estas relaciones siempre que las condiciones lo permitan.
Sarita y 'Buenasombra', en la finca de Algimia de Almonacid
Albert Renau
Sarita participó en una espectacular sesión de fotos de Albert Renau, en una entrevista de la revista Bous al Carrer, en una finca de Algimia de Almonacid, con el toro Buenasombra de Sánchez de Ybargüen, propiedad del recortador Cristian Blanco. Un astado bravo que, debido a su nobleza, su propietario anterior le acariciaba desde fuera del cerrado y le daba comida con la mano y, poco a poco, el animal le dio confianza y tras el tiempo consiguió el milagro de dejar que las personas se le acerquen, le acaricien y hasta le monten encima. Un milagro de la naturaleza que llega a permitir estas relaciones siempre que las condiciones lo permitan.
Sarita y 'Buenasombra', en la finca de Algimia de Almonacid
Albert Renau
Sarita participó en una espectacular sesión de fotos de Albert Renau, en una entrevista de la revista Bous al Carrer, en una finca de Algimia de Almonacid, con el toro Buenasombra de Sánchez de Ybargüen, propiedad del recortador Cristian Blanco. Un astado bravo que, debido a su nobleza, su propietario anterior le acariciaba desde fuera del cerrado y le daba comida con la mano y, poco a poco, el animal le dio confianza y tras el tiempo consiguió el milagro de dejar que las personas se le acerquen, le acaricien y hasta le monten encima. Un milagro de la naturaleza que llega a permitir estas relaciones siempre que las condiciones lo permitan.
Sarita y 'Buenasombra', en la finca de Algimia de Almonacid
Albert Renau
Sarita participó en una espectacular sesión de fotos de Albert Renau, en una entrevista de la revista Bous al Carrer, en una finca de Algimia de Almonacid, con el toro Buenasombra de Sánchez de Ybargüen, propiedad del recortador Cristian Blanco. Un astado bravo que, debido a su nobleza, su propietario anterior le acariciaba desde fuera del cerrado y le daba comida con la mano y, poco a poco, el animal le dio confianza y tras el tiempo consiguió el milagro de dejar que las personas se le acerquen, le acaricien y hasta le monten encima. Un milagro de la naturaleza que llega a permitir estas relaciones siempre que las condiciones lo permitan.
Sarita y 'Buenasombra', en la finca de Algimia de Almonacid
Albert Renau
Sarita participó en una espectacular sesión de fotos de Albert Renau, en una entrevista de la revista Bous al Carrer, en una finca de Algimia de Almonacid, con el toro Buenasombra de Sánchez de Ybargüen, propiedad del recortador Cristian Blanco. Un astado bravo que, debido a su nobleza, su propietario anterior le acariciaba desde fuera del cerrado y le daba comida con la mano y, poco a poco, el animal le dio confianza y tras el tiempo consiguió el milagro de dejar que las personas se le acerquen, le acaricien y hasta le monten encima. Un milagro de la naturaleza que llega a permitir estas relaciones siempre que las condiciones lo permitan.
Sarita y 'Buenasombra', en la finca de Algimia de Almonacid
Albert Renau
Sarita participó en una espectacular sesión de fotos de Albert Renau, en una entrevista de la revista Bous al Carrer, en una finca de Algimia de Almonacid, con el toro Buenasombra de Sánchez de Ybargüen, propiedad del recortador Cristian Blanco. Un astado bravo que, debido a su nobleza, su propietario anterior le acariciaba desde fuera del cerrado y le daba comida con la mano y, poco a poco, el animal le dio confianza y tras el tiempo consiguió el milagro de dejar que las personas se le acerquen, le acaricien y hasta le monten encima. Un milagro de la naturaleza que llega a permitir estas relaciones siempre que las condiciones lo permitan.
'Sarita', en uno de sus saltos como recortadora de toros.
Alberto de Jesús
Sarita participó en una espectacular sesión de fotos de Albert Renau, en una entrevista de la revista Bous al Carrer, en una finca de Algimia de Almonacid, con el toro Buenasombra de Sánchez de Ybargüen, propiedad del recortador Cristian Blanco. Un astado bravo que, debido a su nobleza, su propietario anterior le acariciaba desde fuera del cerrado y le daba comida con la mano y, poco a poco, el animal le dio confianza y tras el tiempo consiguió el milagro de dejar que las personas se le acerquen, le acaricien y hasta le monten encima. Un milagro de la naturaleza que llega a permitir estas relaciones siempre que las condiciones lo permitan.
Sarita participó en una espectacular sesión de fotos de Albert Renau, en una entrevista de la revista Bous al Carrer, en una finca de Algimia de Almonacid, con el toro Buenasombra de Sánchez de Ybargüen, propiedad del recortador Cristian Blanco. Un astado bravo que, debido a su nobleza, su propietario anterior le acariciaba desde fuera del cerrado y le daba comida con la mano y, poco a poco, el animal le dio confianza y tras el tiempo consiguió el milagro de dejar que las personas se le acerquen, le acaricien y hasta le monten encima. Un milagro de la naturaleza que llega a permitir estas relaciones siempre que las condiciones lo permitan.