Fervor y devoción resumen los sentimientos que los villahermosanos han vivido durante dos intensos días de celebraciones religiosas. Y es que la fiesta del patrón de Villahermosa se ha vivido este año de una forma muy especial, al recuperarse la romería a pie con la imagen de San Bartolomé, hasta la ermita ubicada a las afueras de la población. Según relatan los vecinos «hacía más de cuarenta años largos que no se realizaba». Más de 300 personas tomaron parte el miércoles en la caminata a pie que culminó con una misa.

Y ayer los actos se centraron en la eucaristía y la procesión en honor al patrón. Una eucaristía que concelebraron varios sacerdotes, entre ellos el vicario general de la diócesis, mosén Javier Aparici. El obispo de Lleida, monseñor Salvador Giménez fue el invitado de honor para presidir los actos.

El prelado invitó durante la homilía a seguir «el ejemplo de Bartolomé y a ser coherentes como él lo fue, para ser cristianos más de obras que de palabras». Tras el oficio tuvo lugar el desfile procesional por las calles del pueblo.