Las calles de Morella se transformaron durante la tarde del sábado en un gran infierno. Alrededor de 300 dimonis y miles de cohetes llenaron las calles de luz, de humo y del inconfundible olor a pólvora. La octava Trobada de Dimonis fue de nuevo un éxito que convirtió la ciudad amurallada en la capital dels Correfoc de la Comunitat.

Este encuentro era muy esperado ya que se han podido programar todos los actos sin las restricciones de la pandemia. En esta ocasión , acudieron grupos llegados desde todos los rincones de la Comunitat Valenciana, Aragón, Cataluña y Euskadi. Concretamente, las cuadrillas Botem-li foc, grup de diables d’Alcanar, Bous de foc de Santpedor, Diaples da Uerba, Dimonis la Ràpita, Dimonis de la Plana i Devil Bao junto a los anfitriones Dimonis de Morella. Los actos han comenzado por la mañana con un taller de pintacaras y una exhibición de la agrupación infantil Bous de Foc que hizo las delicias de los más pequeños. 

Por la tarde, el pasacalle de participantes y músicos fue el prolegómeno del momento más esperado con el inicio del gran correfoc. Así, el impresionante desfile de fuego discurrió por las principales calles del municipio y, al llegar al mítico Pla dels Estudis, tuvo lugar el primer concurso de encendidas conjuntas. La cena de hermandad y una verbena en el pabellón ferial ha sido el broche de oro. La valoración desde el ayuntamiento y la cuadrilla anfitriona fue más que positiva al recuperar el programa completo del encuentro. 

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Morella se enciende por el tradicional encuentro de los 300 'dimonis' Javier Ortí