La proliferación de garrapatas enciende las alertas en los cultivos de Castellón

Garrapatas ha habido siempre, pero no tantas como este año. Así de concluyente ha sido un agricultor de Nules después de quitarse un par de estos parásitos que ya tenía enganchados en las piernas tras un rato de trabajo en el campo. Y no es un problema que se circunscriba a este municipio: la proliferación de estos arácnidos por encima de lo que se podría considerar normal está siendo generalizada en la provincia.

Las autoridades, a día de hoy, no la consideran una cuestión de salud pública. Desde la Conselleria de Agricultura aseguran que «estamos llevando a cabo de forma habitual nuestros protocolos y campañas de desinfección frente a esta especie y otras que afectan al sector agrícola y ganadero». A su vez, corroboran que «no tenemos constancia de problema alguno específico ocasionado por garrapatas y, menos aún, que tenga trascendencia humana desde un punto de vista sanitario».

Las picaduras por garrapatas se multiplican por seis en un lustro en Castellón

En el caso específico de la ganadería que, obviamente, es un sector más sensible a este tipo de plagas, «está todo bajo control y no se han detectado problemas». 

Si bien no existe inquietud al respecto, lo que sí confirman es el interés por conocer la realidad en cuanto a las enfermedades que, como es sabido, transmiten estos artrópodos, algunas de especial gravedad. Para ello, desde hace un tiempo, la Conselleria está elaborando un estudio de servoprevalencia de patógenos en las garrapatas, un plan de muestreo que «se está llevando a cabo», por lo que no hay conclusiones.

Conejos y jabalís

Los desequilibrios en el medio natural no se producen de forma aislada, son el resultado de la concatenación de factores, y uno que está facilitando la reproducción anormal de las garrapatas es el aumento de los huéspedes, es decir, los animales de los cuales obtienen el alimento. Jesús Cardells, profesor de Veterinaria del CEU Cardenal Herrera, incide en que «a mayor densidad de animales, sean domésticos a silvestres, más garrapatas hay». Y si algo se está denunciando en el campo es la «invasión» de conejos y jabalís.

La presencia de estos artrópodos ha ido a más por las plagas de conejos y jabalís en las zonas agrícolas

Más animales deambulando en las zonas agrícolas, sumado a la ausencia de lluvias y las altas temperaturas, contribuyen a provocar la tormenta perfecta para que ese «año de garrapatas» del que se habla en el campo, esté generando cierta alarma. Desde la Asociación de Agricultores Independientes de Nules indican que «se te suben por la ropa y a la que te das cuenta, ya se han enganchado, o te las llevas a casa».

La preocupación entre los afectados estriba en las tantas veces mencionada peligrosidad de este tipo de parásitos y la transmisión de enfermedades, algunas tan graves como la fiebre hemorrágica de Crimea Congo (CCHFV), con una mortalidad del 30% en humanos. La variedad de garrapata que la transmite, como certifican los expertos, está presente en el territorio valenciano.

Entre los huéspedes expuestos a estos arácnidos y que tienen más cercanía con las personas están los animales domésticos, en especial los perros. Distintos veterinarios consultados, inciden en que no han detectado problemas reseñables, pero porque suelen estar muy bien protegidos para evitarlo.  

«Desde marzo estamos recomendando que apliquen los tratamientos», como collares, pastillas o pipetas, explican desde Món Veterinari de Nules. Cuando hay un repunte de garrapatas, los mismos propietarios aumentan las precauciones, una prevención que no toman las personas, porque los casos de picadura suelen ser excepción, de ahí la preocupación. 

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