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CAMBIOS EN LA SALA DE MÁQUINAS DEL PALAU

Puig mueve a Vidal desde les Arts al aeropuerto y remodela Presidencia

El castellonense podría sustituir a Blanca Marín en Aerocas, cuyo nuevo cargo aún está en el aire. La reforma del president entierra la posibilidad de cualquier adelanto de las elecciones autonómicas

El president, Ximo Puig, desde su despacho del Palau

La reestructuración de Presidencia de la Generalitat avanzada trae cambios para el socialista castellonense Enrique Vidal, que dejará de estar al frente de la Ciutat de les Arts i les Ciències (Cacsa) para tomar las riendas del Aeropuerto de Castellón, pudiendo sustituir a Blanca Marín en la dirección de Aerocas, de quien queda en el aire el nuevo destino una vez dé el visto bueno el consejo de administración. 

Una de las consecuencias de la remodelación ejecutada por el president, Ximo Puig, es el entierro de cualquier expectativa de adelanto de las elecciones autonómicas. Una reforma de calado de la sala de máquinas del Palau --la primera idea era incluso que fuera de mayor dimensión-- a año y poco de que venza la legislatura supone, en la práctica, enviar un mensaje de que llegará a su fin. 

Relanzar

Si el jefe del Consell reestructura su equipo es porque piensa en relanzar la actividad de Presidencia en el tramo final del mandato. Y eso necesita un mínimo tiempo. Todo engranaje necesita un margen para empezar a rodar y ofrecer resultados. Abortar ese trabajo con una convocatoria adelantada de elecciones iría contra la lógica. Además de coherencia política, es la impresión que cunde en estos momentos en la cúpula del Consell. Además del de Vidal, entre los movimientos más importantes figura la eliminación de la secretaría autonómica de Prospectiva y Comunicación y su sustitución por una nueva dedicada a la lucha contra la despoblación y a la atención municipal. Al frente de ella estará la exconsellera de Medioambiente por Compromís Elena Cebrián. De ella dependerá la actual dirección general de Administración Local y también de la Agencia Valenciana contra la Despoblación. 

Cebrián no es nueva en el Palau. Puig la recuperó hace un año como asesora para la gestión de fondos europeos tras su paso por la Vicepresidencia de Transición Ecológica, donde tiene plaza de alta funcionaria. Su regreso ahora como alto cargo del Consell de la mano del president, socialista, es también un mensaje de apertura e integración hacia el mundo verde, uno de los caladeros de apoyos que se disputan Compromís y Unides Podem. Al menos, es una manera de mostrar que el PSPV tiene un hueco y algo qué decir.

Reacción en Compromís

Compromís ha acogido con «normalidad» --es la expresión que ha usado la vicepresidenta y líder de la coalición-- los cambios. Al fin y al cabo, destacan dirigentes de la formación, Elena Cebrián tendrá una tarjeta de trabajo nueva, pero continuará muy cerca del despacho que ha ocupado en el último año. Muy cerca de Puig, por tanto. Prueba de esa normalidad es que Oltra y la exconsellera hablaron la noche del jueves de las nuevas funciones de esta última.

El tema de la despoblación no es desconocido para Cebrián, que ya se ocupó de estas funciones en su breve paso por la vicepresidencia de Transición Ecológica del Gobierno de España, de la mano de Teresa Ribera.

La promoción de la exconsellera no es el único cambio en el equipo del Palau. Puig ficha además a uno de los valores en alza en el socialismo valenciano: Ana Domínguez. La joven portavoz de la ejecutiva del PSPV y número 3 del partido será la nueva directora general de Relaciones con Les Corts. Es una manera de dotar de mayor proyección y rango jerárquico institucional a la que hasta ahora era asesora del conseller de Política Territorial, Arcadi España, exdirector de gabinete de Puig y su mano derecha en el Consell. Es una manera, a su vez, de protegerla orgánicamente frente a tentaciones posibles de acorralarla (políticamente) en el partido por su inexperiencia. En el Palau están convencidos de que el puesto que desempeñará ofrece posibilidades de proyección y crecimiento.

Domínguez releva a Antonio Torres, precisamente un veterano del partido y de la vida parlamentaria que tras siete años en el cargo pasará a tomar las riendas de la Ciudad de las Artes y las Ciencias (Cacsa), de donde sale Vidal. 

La remodelación refuerza a otros rostros del Palau, aunque su cargo no se mueva. Es así porque las competencias de la secretaría de Comunicación pasan a repartírselas el secretario de Promoción Institucional, Alfred Boix --de la máxima confianza de Puig--, que sale afianzado al unir a sus funciones actuales la responsabilidad de la dirección general de Relaciones Informativas, que dependerá de él. El responsable, Pere Rostoll, también gana en competencias con la remodelación al quedar al frente, ahora en solitario, del aparato comunicativo.

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