Tragedia

El conserje Julián, uno de los héroes del incendio de Valencia

Avisó a todos los vecinos que pudo y salvó a muchas vidas 

El conserje Julián, uno de los héroes del incendio de Valencia.

El conserje Julián, uno de los héroes del incendio de Valencia. / JM LÓPEZ

Jaime Roch

En toda tragedia hay algún héroe. Y en el fulminante y devastador incendio en un edificio de viviendas de catorce plantas en València, que se propagó a otro anexo, y causó este jueves la muerte de diez personas y que mantiene a otras desaparecidas y a quienes sus familiares no han logrado localizar desde que comenzó el fuego, el conserje se revistió de héroe para alertar a sus vecinos que la tragedia no fuera mayor.

El héroe, aunque sin capa, tiene nombre. Se llama Julián y, sin quererlo, fue determinante para salvar la vida de muchos de los supervivientes de un virulento fuego, que consumió los dos bloques de viviendas en menos de una hora. Actuó antes de pensar y su papel pudo ser determinante.

Fue a las cinco y media de la tarde, cuando Julián se tornó en héroe. Ante el primer indicio de las llamas, que comenzaron en una vivienda del octavo piso, fue quien dio la alerta. Recorrió los pisos que pudo, llamando puerta por puerta para alertar a los vecinos de las 138 viviendas, que conforman los dos bloques situados en la esquina de las calles General Avilés con Maestro Serrano. 

 Julián se jugó la vida para alertar a los vecinos para que salieran de sus viviendas y bajaran a la calle lo más rápido posible con el objetivo de salvar numerosas vidas. «Ha ido puerta por puerta sacando a los vecinos», relataban varios testigos del fuego, que vieron como Julián salía a la calle y relataba su vivencia a los allí congregados. 

Un barrio de moda

El conserje es una figura habitual en los bloques de viviendas de edificios como el que ardió el jueves, situado en el barrio de Nou Campanar, un entorno que creció en los años previos al estallido de la burbuja inmobiliaria y que se convirtió en uno de los barrios de moda de València; una zona exclusiva al noroeste de la ciudad, marcada por sus grandes avenidas y zonas comerciales. Fbex, la promotora del edificio calcinado en Valencia, promocionaba el edificio como una vivienda con materiales de primera calidad. 

La de Nou Campanar es la historia de un barrio nuevo, que también firmó su historia por el auge y declive de una comisión fallera, que plantó fallas con un presupuesto de un millón de euros. El jueves por la noche los dos bloques del barrio ardieron como si de un monumento fallero se tratara. El incendio se ha convertido ya en el mayor de la historia de València y en el suceso más importante desde el accidente del metro en el año 2006. Ahora, este suceso negro formará parte también de la trayectoria del barrio. Entre los tantos nombres que escribirán su historia está el de Julián, el conserje que se erigió en un héroe sin capa.