Mazón y Baldoví exhiben su ‘pinza' de presión a Sánchez por la financiación

El president y el síndic de Compromís pactan reunirse después de apoyar una moción del PP para pedir el fondo de nivelación

Los socialistas consideran que el objetivo es hacerles daño electoral

Mazón estrecha la mano de Baldoví tras entregarle su propuesta de ley, ayer.

Mazón estrecha la mano de Baldoví tras entregarle su propuesta de ley, ayer. / JOSÉ CUÉLLAR/CORTS

Diego Aitor San José

«Albricias», dijo Carlos Mazón para cerrar su respuesta en la sesión de control a Joan Baldoví. La palabra («regalo que se da por alguna buena nueva a quien trae la primera noticia de ella», según la RAE) la utilizó el jefe del Consell para expresar su alegría después de que el síndic de Compromís le ofreciera reunirse para hablar de la reforma de la financiación. El portavoz valencianista le tendió la mano para pactar la Proposición de ley de Trato Justo registrada por la coalición en las Corts y el president la tomó, aunque en ese apretón quien más notó la presión fue el PSPV. 

No está claro que finalmente los populares vayan a respaldar una propuesta de ley cuyo destino final sería el Congreso, donde deberían aprobarse sus peticiones: aprobar un nuevo modelo de financiación o, en caso de que no haya acuerdo, ponerse en marcha uno a partir de criterios exclusivamente de población. Pero más allá de la ley y su futuro el gesto visto ayer apunta a una posible entente entre PP y Compromís para reivindicar temas al Gobierno central, una alianza que ya hay quien en el parlamento autonómico cita como «pinza».

De momento, lo que salió ayer de la sesión de control fue la promesa de una reunión entre Baldoví y Mazón, algo que hasta ahora no se había dado. En la ronda de contactos que el jefe del Consell hizo con los grupos en noviembre, los valencianistas se ausentaron. De ahí que la algarabía que expresó el dirigente del PPCV, con «parraque» incluido, ante la celebración de este encuentro entre dirigentes. 

«Pactaría con el demonio»

A ambas formaciones les conviene en cierta manera esa imagen. Al PP le sirve para huir de las críticas de partido orillado a la derecha y dependiente de Vox así como para incrementar su estrategia de desgaste a Pedro Sánchez, diana habitual del Ejecutivo autonómico. A Compromís, por su parte, les permite reivindicar su alma de partido de obediencia valencianista y diferenciarse tanto de los socialistas como de Sumar.

Y aunque Baldoví le dejó a Mazón varias críticas por el camino como sus cambios de opinión entre lo que dice en la tribuna donde promete acuerdo y lo que finalmente vota respecto a propuestas de Compromís, el acuerdo de reunirse no fue la única piedra dentro de esta alianza. 

Una de ellas es que el Consell ha dado su criterio favorable para tramitar la Proposición de ley de Accesibilidad universal presentada por Compromís, pero elaborada por la Conselleria de Políticas Inclusivas durante la pasada legislatura que, sin embargo, no dio tiempo a aprobarla en el parlamento. 

El otro punto se vio en la pantalla de votaciones: los valencianistas apoyaron la moción del PP para pedir un fondo de nivelación. Con los votos en contra de PSPV y Vox, el respaldo de Compromís fue determinante para que la propuesta pudiera salier adelante. «Pacto con el demonio si es en beneficio de los valencianos; en Compromís podemos ir con la cara alta de que no cambiamos de posición, da igual que gobierne el PP o el PSOE en Madrid», justicó ayer Baldoví tras el debate. 

El síndic valencianista también apuntó al PSPV al asegurar que no entendía que hubieran votado en contra de pedir el fondo de nivelación si «hasta [Emiliano] García-Page» lo ha hecho. También lo hizo ayer Fedea que defendía la creación de un «parche» de 3.000 millones para Andalucía, Castilla-La Mancha, Comunitat Valenciana y Murcia.

Los socialistas, por su parte, hablan abiertamente de «pinza» entre ambas formaciones con el objetivo de enfocarlo todo en Pedro Sánchez para hacerles «daño electoral» ya que, considera, son el «rival a batir». Así, señalan algunas «trampas» del debate como que al final la clave del debate estará en el Congreso.  

Organizaciones «amigas»

Más allá de pinzas, PSPV y Compromís fueron a una para afear a Mazón que una de las entidades referentes en el colectivo LGTBI, Lambda, se haya negado a participar en el Orgullo acusando la falta de colaboración de las instituciones y de «coacciones». Frente a estas, el jefe del Cosnell y la vicepresidenta y titular de Igualdad, Susana Camarero, cargaron contra Lambda y la vincularon políticamente con la izquierda.

«Solo ha decidido no participar una organización, la suya de cabecera», señaló Mazón, aunque en verdad, fueron dos, también Ageval. «No confundan perder derechos del colectivo LGTBI con que sus asociaciones amigas pierdan privilegios», expresó Camarero quien aseguró «si se quieren quedar fuera será solo por cuestión política».  

Suscríbete para seguir leyendo