Como cada año, el Betlem de la Pig , volvió a cosechar anoche, en la función celebrada en el Teatro Principal, un éxito rotundo. Su director, Rafael Lloret, consiguió dar un ritmo vivo a la función para crear un espectáculo dinámico.

Una novedad fue la cantidad de niños y jóvenes que participaron en la actuación, en total más de 30, desde un bebé que interpretó al niño Jesús, hasta los santitos de 3 y 4 años o los pastorcitos de 9 y 10 primaveras. El contingente de pequeños actores ensayó durante más de dos meses para que ayer no hubiese sorpresas y todo saliese a la perfección. Pero los peques no estuvieron solos. En total, 200 personas de todas las edades dieron vida en el Teatro Principal al popular Betlem de la Pig . La coral Vicent Ripollés, el Grup de Danses el Forcat, el Grup Castelló d´Estudis Tradicionals, la Colla de Dol§ainers, la asociación Dansants del Corpus, la Rondalla Els Llauradors, la Colla el Pixaví, el grupo de teatro Tragapinyols, el grupo de teatro Pessiganya, la asociación cultural La Barraca y la gente del colectivo del Betlem de la Pig dieron vida a todos los personajes de la famosa función.

HISTORIA El popular espectáculo se viene celebrando desde 1980 por lo que la actuación de anoche fue la número 14. A lo largo de todo el recorrido de la Virgen y José aparecen personajes famosos de la ciudad como son el primer policía municipal, coll de pato o las beatas del Cor de Sant Nicolau. Además, incluye escenas tan emblemáticas como la del cacauero y el ciego Masseo así como la del rei barbut y su colla, compuesta por todos los personajes de la mitología de Pasqual Tirado. Otro momento emblemático son las ofrendas que llevan al recien nacido todos los habitantes de la ciudad. Los regalos siempre son productos típicos de Castellón y sus comarcas.

Los grupos que participaron en el belén fueron coordinados durante todos los ensayos por el director Rafael Lloret, que afirmó al acabar la obra: "Estoy muy satisfecho con el trabajo de todos, nos hemos esforzado mucho para que la función fuese amena, ágil y divertida y, finalmente, lo hemos conseguido". Respecto a la simbología del Belén, Lloret destacó: "Lo más importante de este pesebre autóctono es el trabajo conjunto para crear un todo, ahí es donde reside el espíritu navideño, pues nadie es protagonista, sólo el belén".

Por último, un detalle típico que nunca falta en la representación navideña son las referencias a la actualidad en clave de humor. Un momento emblemático es cuando el rey Herodes se levanta del trono. Es entonces cuando se descubre que el trono es un elemento poco convencional para la época; este año ha sido una peana.