Cientos de jóvenes, durante la temporada de verano, dejan sus estudios para dedicarse a vigilar nuestras playas y piscinas y, así, tener unos ingresos con los que poder afrontar mejor el largo invierno.

La costa de la provincia de Castellón está plagada de ellos y aunque parezca un trabajo divertido, arriesgado y emocionante, muchas veces es "todo lo contrario", según comenta Jose Fernández, que está de vigilante en la playa del Pinar: "Son muchas horas en la playa y, a veces, se hace muy pesado, mucho sol y como no puedes entretenerte, pues el tiempo pasa muy despacio, aunque hacemos turnos y así se lleva mejor".

Los momentos de aburrimiento son en su mayoría cuando están en la torre de vigilancia aunque los turnos son de 45 minutos. En la caseta la cosa ya es diferente.

Ahora bien, estos momentos se combaten con otras artes, ya que por lo que se ve y se comenta, de socorrista se liga bastante. "Parece que por llevar una camiseta amarilla la cosa cambia y se liga más", dice Jose Fernández.

"La mayoría de días son muy tranquilos, pero siempre suele pasar algo. Me acuerdo del día que le cayó un rayo a un hombre, yo estaba y tuve que socorrerle", comenta Paco Montaña.

Los días que más problemas se les plantea, según Jose Fernández, son los de bandera amarilla y roja: "Mucha gente se cree que controla y no nos hacen caso. Cuando hay mal tiempo, muchas veces no valoran que, además, de jugarse su vida, nosotros, al ir a rescatarlos, también nos jugamos la nuestra".

CÓMO SER SOCORRISTA

La verdad es que para llegar a ser socorrista el camino es largo y la preparación mucha. Se hacen dos tipos de pruebas. Las prácticas y las teóricas.

Las primeras consisten en pruebas de natación en las que deben recorrer 200 metros en 4 minutos. Por otro lado, se realizan distintas pruebas de estilo de 100 metros y para finalizar el apartado práctico, también se deben de pasar las pruebas de RCP básica.

Para finalizar, deben pasar una prueba teórica en la que se evalúa los conocimientos sobre las reacciones ante casos de riesgo. Se puede afirmar que nuestras playas están bien protegidas.