ENTREVISTA | Luisa Gavasa Actriz

«Todo reconocimiento, como este de Vilafamés, implica una alegría»

La actriz, Premio Goya en 2015 a la mejor actriz secundaria por su papel en 'La novia' recoge el Premio Magnanimus del Festival de Cortometrajes de Vilafamés

Luisa Gavasa recibe esta noche, a las 22.00 horas, el premio del Festival de Cortometrajes de Vilafamés.

Luisa Gavasa recibe esta noche, a las 22.00 horas, el premio del Festival de Cortometrajes de Vilafamés.

Eric Gras

Eric Gras

Vilafamés se viste de gala este sábado, 1 de julio, para brindar homenaje a la actriz Luisa Gavasa, reconocida este 2023 con el Premio Magnanimus del Festival de Cortometrajes de la localidad por su apuesta por el mundo del cortometraje y por su amplia trayectoria.

Gavasa, ganadora del Premio Goya a la mejor actriz secundaria en 2015 por La novia, cuenta con un gran bagaje tras de sí. Con ella hablamos sobre este premio, el mundo del corto y sus proyectos.

La primera pregunta creo que es evidente: ¿Qué supone para alguien como tú recibir un homenaje como el que te brindan hoy en el Festival de Cortometrajes de Vilafamés?

Todo reconocimiento implica una alegría, aunque también te hace pensar que te has hecho mayor —se ríe—, y que todo el mundo está pensando «vamos a darle un homenaje ya por si acaso, no vaya a ser que…». En cualquier caso, bromas aparte, siempre es muy grato, y más si viene de mi tierra, porque yo soy nieta de valenciano. El primer mar que he visto ha sido el Mediterráneo, toda mi vida he veraneado en Valencia, he tenido casa en el Cabanyal, tengo amigos allí que se han convertido en familia y luego tengo dos primas hermanas que viven en Castelló. Quiero decir con esto que todo lo que viene de la terreta es un plus.

«El Goya me sirve para entrar por la puerta grande en el cine»

Este tipo de certámenes, dedicados al cortometraje, son importantes porque, en cierto modo, en ellos se encuentra la base del cine. Son, dicho de otro modo, un caldo de cultivo ideal para promover el talento.

Este año, en la ceremonia de los premios Goya, una de las consignas que mucha gente defendía era el eslogan «el corto es cine», y es verdad, es cine. No es un cine en pequeñito, es otra manera de hacer cine, muy complicada, y como bien dices, a veces es el modo o la vía que mucha gente hace servir para mostrar su talento. No obstante, también hay que destacar que hay profesionales que no quieren hacer otra cosa. No todo el mundo que se dedica al cortometraje es porque crea que eso es la antesala para luego ser un director de largos.

Ciertamente, el corto es otro lenguaje.

Efectivamente. Por eso la reivindicación de que el corto es cine. Y a mí me gusta, porque, en líneas generales, trabajo con gente más joven (aunque, en realidad, casi todos son más jóvenes que yo, porque yo ya tengo una edad…). Siempre es una manera de estar con gente que empieza, y me lo paso muy bien. Ahora mismo, tengo dos cortometrajes en marcha, uno es París 70, que ya está en la antesala de los próximos Goya. Además, sigo haciendo cine y televisión, así que estoy viviendo un momento dulce, estoy muy contenta.

«El corto no es un cine en pequeñito, es otra manera de hacer cine, muy complicada»

 No sé si es así, pero el hecho de haber sido merecedora del Premio Goya en 2015 a la mejor actriz secundaria por La novia, ¿supuso un antes y un después en tu trayectoria profesional?

Me sirvió para entrar en el cine. El Goya me sirve para entrar por la puerta grande en el cine. Yo vengo del teatro y el cine era una cosa que parecía muy lejana. Pero entonces apareció Paula Ortiz, la directora de esta maravillosa película, y ahí es cuando, de pronto, la gente del cine comienza a fijarse en ti, como le ha pasado a Susi Sánchez, una tía que lleva toda la vida trabajando, que es una actriz estupenda y que ahora con Cinco lobitos pues centra las miradas. Yo ahora mismo vengo de Brasil de rodar una película con una directora argentina, y tengo otros proyectos cinematográficos, lo cual significa que el cine ha llegado a mi vida ya para quedarse, claro. Quizá, sin esa «novia», no hubiera sucedido esto.

Entiendo, por tanto, que no paras, y no pararás.

Estoy ‘on fire’, sí –se ríe—. El otro día, una señora, con la mejor voluntad, me preguntaba cuándo me iba a jubilar. Yo le respondí: «Cuando me muera». Y ella se quedó un poco así sorprendida, pero es verdad, a mí me jubilará la muerte. Mientras me sigan llamando para trabajar y mientras yo siga teniendo memoria para aprenderme los textos y meterme en los personajes, seguiré trabajando y muy contenta además.