Entrevista |

Manolo García: «Nunca he perdido de vista el botijo, el azadón y el huerto»

El cantante y compositor de Poblenou actúa este 6 de abril en la plaza de toros de Castelló inmerso en una nueva gira por España

Manolo García, cantante y compositor.

Manolo García, cantante y compositor. / Ferran Nadeu

Eric Gras

Eric Gras

Manolo García actúa este sábado, 6 de abril, a partir de las 22.00 horas, en la plaza de toros de Castelló. Su concierto es uno de los más esperados de la temporada, siendo como es él uno de los grandes referentes de la música española de las últimas tres décadas. Inmerso en una nueva gira y con varios proyectos bajo el brazo, hablamos con el cantante del barrio barcelonés de Poblenou.

Tras haber protagonizado una gira por los teatros de media España, ahora inicias otro tour en escenarios más amplios. 

Así es, volvemos a un formato un poco más rockero y a un tipo de concierto en el que repaso algunas de las cosas que he hecho últimamente, como presentar varios temas de mis dos últimos discos, además de hacer un repaso eléctrico de lo que he ido haciendo en estos últimos 35 años.

Posees una amplia trayectoria, más que consolidada, y eres uno de los artistas más queridos por parte del público.

Yo he sentido siempre un respeto absoluto por el público. Desde los inicios, desde que era músico de orquesta, he sabido que cuando cometes la osadía de subirte a unas tablas, a un escenario, y tienes un público frente a ti, sean pocos, muchos o muchísimos, hay que tener un profundo respeto por ellos, porque hay que tener en cuenta que la gente hace un esfuerzo para ir a tu concierto. El respeto ha de ser absoluto y el artista ha de pensar que están ahí, que han hecho un esfuerzo, que podrían estar en mil sitios a esa hora y ese día pero que han decidido estar contigo. Ese ha sido mi norte todo el tiempo, desde que empecé, el respeto por la gente, la que haya, y tocar cada noche como si fuera la noche definitiva. Porque además es la única que tienes, las que pasaron ya no están y las que han de venir no se sabe con certeza. 

«El arte es el hilo, la cuerda que te aguanta, que te sustenta, que te da vida, que te da la posibilidad de nutrirte y aguantar el tirón»

Entonces, ¿dirías que afronta cada concierto de forma única?

Ese ha sido, entre comillas, mi pequeño truco: la entrega absoluta en cada actuación. Eso es algo que tampoco se puede impostar, que tampoco se puede fingir, ni planear. O lo haces o no lo haces.

En estos últimos años has vivido momentos algo complicados en cuanto a su salud. 

Han sido dos cosas puntuales: por un parte, el covid, y por otra, una miocarditis. Son pequeñas contingencias, sin mayor importancia. Nada es importante una vez sanas. Cuando estás enfermo, lo único importante es la salud.

Imagino que a pesar de esos tiempos de baja, seguiste alimentando su curiosidad artística, volcándote no solo en la música, sino en la pintura.

Ese es el hilo, la cuerda que te aguanta, que te sustenta, que te da vida, que te da la posibilidad de nutrirte y aguantar el tirón: el arte. Frida Kahlo estaba lisiada, postrada en su cama, y pintaba a temporadas con los pinceles en la boca y mirándose en un espejo en el techo. Si quieres crear, te buscas la vida, a no ser que estés en un estado lamentable. A mínimo que tengas energía, tú puedes estar en casa de baja pero puedes estar creando. Yo es lo que he hecho. No he parado de pintar, de escribir futuros proyectos de canciones. He estado ahí, recluido pero sin amargarme la vida tampoco. Un poco de temple, un poco de estoicismo, y si el cuerpo va aguantando… Mientras tú veas un poco de luz al final del túnel, vamos para allá.

Estos últimos meses, desde finales del 2023 a los inicios del 24 están siendo muy activos desde el anuncio del nuevo disco con Quim Portet, con el rumor consecuente de si había o no regreso de El Último de la Fila, a la nueva gira que emprendes ahora. 

Yo es que no puedo parar. No es que no pueda, no quiero parar. Como tengo la suerte de desempeñar un oficio que me apasiona y que yo he elegido, ¿para qué voy a parar? En realidad, es un regalo de los dioses que me han concedido: poder hacer lo que quiero. Hicimos esa revisión de canciones de El Último de la Fila y se grabó, pero yo sigo con mi gira, con mis discos, porque a mí me da vida, y por lo que me cuentan, yo también doy vida a otros, doy alegría a otros, entonces si a mí me da alegría y yo la traspaso, en un juego de relevos, a otros, por qué no seguir. Esa actividad frenética, dentro de una manera de caminar adecuada, sin correr, pero caminando a un paso correcto, se puede ir haciendo y es lo que estoy haciendo yo. Se presentó ese disco, se hizo un poquito de promoción, y yo he vuelto a mi gira, con ese salto a escenarios más grandes tras la gira por teatros, y desarrollando lo que yo he considerado que he de desarrollar. Es un trabajo de continua búsqueda. Más que estar mirando hacia atrás, o viviendo del pasado, buscando un futuro.

Buscando qué en ese futuro.

Buscando un situarme en el mundo, en un mundo convulso, pero que gracias al arte cobra un sentido. Para mí es la solución para llenar el vacío, para evadirme o abstraerme, para volver a lo esencial. Yo nunca he perdido de vista el botijo, el azadón y el huerto.  

Suscríbete para seguir leyendo