Es el primer castellonense que logra una medalla en unos Juegos Olímpicos, una gesta que quedará grabada en la retina de todos durante mucho tiempo. Pablo Herrera, todavía aturdido con la gran cantidad de actos y celebraciones, ofreció el metal a su "familia, novia y a toda la gente de Castellón".

El joven de 22 años llegó en un autobús descapotable al Ayuntamiento, procedente de la Basílica de Lledó y del Pabellón Municipal del Grao, origen del recorrido y escenario en el que se pudo vibrar con todos los triunfos de Pablo. "Gracias a todos por el apoyo que me habéis brindado, estoy orgulloso de ser castellonense", declaró el jugador de voley-playa en la recepción oficial.

EL RECUERDO DE LA FINAL A pesar de la espectacular hazaña lograda en Atenas, Pablo Herrera se lamentó de la final perdida: "Hemos alcanzado el objetivo sobradamente, pero me hubiera encantado poder dar la sorpresa en la final y venir con el oro colgado del cuello". De todas formas, confesó que los brasileños eran "favoritos" y que el partido fue "muy duro": "La verdad es que te quedas chafado porque ves que puedes subir a lo más alto, pero ellos estuvieron impresionantes".

Ahora, con la plata olímpica en el bolsillo, Pablo Herrera mira al futuro con optimismo. Dada la veteranía de Bosma, el nuevo compañero será Raúl Mesa, con quien ya ganara el Campeonato del Mundo y el Campeonato de España en divisiones inferiores: "Vamos a empezar a trabajar cuanto antes para preparar los Juegos de Pekín 2008, pero aún quedan cuatro años y lo primero será conjuntarnos". De todas formas, antes de empezar la temporada por las playas del mundo, primero jugará unos meses en casa, en L´Illa Grau.

Uno de los aspectos de los que el castellonense está más orgulloso es de que este triunfo va a ser "un trampolín para el voley-playa" y espera que "los jóvenes se animen a practicarlo".

Pablo estuvo acompañado en el Ayuntamiento por el alcalde José Luis Gimeno, la concejal de deportes Marta Gallén, el diputado Manolo Gual, así como las reinas de las fiestas de Castellón, que le regalaron sendos ramos de flores a la madre y a la novia de Pablo Herrera. Destacar que la agenda del grauero no tendrá muchos huecos, ya que en breve viajará invitado a Málaga. Y es que una hazaña así no se consigue todos los días.